El DS 4 ha cambiado mucho desde su lanzamiento. Pasó de ser un Citroën ligeramente aderezado con algunos toques diferenciales a ser un vehículo con mucha personalidad y que apunta alto. Tanto es así que busca rivalizar con algunos modelos premium de la talla de los Audi A3, BMW Serie 1 o Mercedes Clase A. Recientemente lo probamos e intentamos responder a la cuestión sobre si será capaz de poner en aprietos a los alemanes o si sigue estando a su sombra.
La segunda generación de DS 4 es la que marca la diferencia. Para destacar, estrena un lenguaje de diseño que hace girar cabezas a su paso y que cuenta con unas formas de crossover que le permiten estar a la moda del mercado actual. Lo mires por donde lo mires hay carácter, teniendo un estilo muy marcado que sí consigue diferenciarlo de sus competidores. Lo mismo pasa en el interior, que tiene un aspecto muy cuidado y diferencial.
De hecho, cumple a la perfección una característica de la que siempre han presumido los premium: la calidad. Los acabados del DS 4 son muy destacados y los materiales empleados tienen un tacto agradable. En algunos casos incluso más que en los alemanes. Además de eso, tenemos una tecnología que estaría a un nivel parejo y la habitabilidad que está cerca de lo habitual en el segmento C, quedando ligeramente detrás de la media.
La gama mecánica está bien repartida al tener opciones diésel, gasolina e híbridas enchufables. Sin embargo, a nivel dinámico sí que se queda por detrás de los rivales alemanes. El DS 4 es bastante equilibrado, aunque le falta ese carácter deportivo y preciso del que hacen gala los Audi, BMW y Mercedes (en distinta medida cada uno de ellos). En confort en marcha se acerca mucho cuando monta la suspensión opcional DS Active Scan Suspension.
En definitiva, el DS 4 es un coche que les busca las cosquillas a los compactos premium más tradicionales a base de carácter y personalidad. Será una opción mejor para los usuarios que quieran estética y diferenciación por encima del resto, con la calidad siempre en el punto de mira. No enamorará a los que busquen sensaciones dinámicas notables o a los que necesiten mucho espacio.
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