Las ventas de coches no están en su mejor momento, pero si echamos un ojo a lo que se ha vendido en lo que va de año ya vemos cosas tan notables como que el Nissan Qashqai ha dejado el trono de los SUV compactos, tras dominar la categoría durante toda una década. ¿El nuevo líder? Pues el Hyundai Tucson de cuarta generación, un coche que ha llegado y trinfado.
Contábamos cuando lo probamos a fondo que el éxito del Tucson se basa en cuatro pilares: diseño disruptivo, amplio interior y maletero, que lo convierte en un coche muy polivalente de carácter familiar y comodidad de conducción. Y si miras más allá del nivel de terminación Tecno, un comletísimo equipamiento sin que el precio (ojo, no es de las alternativas más baratas), se dispare.
Nos gustó mucho la versión híbrida, una de las múltiples variantes mecánicas que puedes elegir. Tiene consumos muy comedidos en los desplazamientos habituales, sin renunciar a una buena dosis de potencia (230 CV, nada menos) y un confort de marcha notable.
Si, como la gran mayoría de conductores, no tienes disponibilidad de un enchufe donde recargar el coche frecuentemente estos SUV híbridos son la mejor alternativa al diésel. Lástima que pocos fabricantes apuesten por ellos, salvo los japoneses (Toyota, Lexus, Subaru, Honda y Nissan tienen o tendrán representantes, a los que se suman los coreanos (Hyundai y Kia) y Ford. ¿Europa? Todos apuestan por el enchufe.
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