Prácticamente cualquier cosa relacionada con el mundo LEGO es divertida, excepto cuando uno de esos ladrillos de plástico se te clava en el pie cuando vas descalzo. Pero sus encajes permiten que la imaginación pueda volar hasta casi y el infinito, e incluso se ha hecho más de una película en el cine. De hecho, más de uno con más de dos piezas y una cámara seguro que ha pensado en algún momento hacer una película stop motion, pero o no hay un guion lo suficientemente bueno o la vida, simplemente, se interpone y la producción nunca llega a materializarse.
Primero de todo, decir que el stop motion es una técnica de animación particular. Comparado con el dibujo a mano, se diferencia porque se basa en una serie de fotografías de objetos o figuras que se mueven progresivamente muy poco y que se vuelven a fotografiar después de cada cambio de posición. La proyección secuencial de las distintas tomas crea la ilusión de movimiento. Dado que una película toma 24 frames por segundo (fps), hacen falta 24 fotografías por cada segundo del clip, y en cada una, el objeto enmarcado debe estar en una posición levemente diferente al anterior.
Bien, el stop motion también se puede utilizar para exponer y crear conciencia sobre los riesgos asociados con a la conducción imprudente. El Instituto de Seguros para la Seguridad en las Carreteras (IIHS), una organización estadounidense, independiente y sin fines de lucro con sede en Virginia que estudia formas de reducir las muertes y los accidentes en las carreteras –nuestra Euro NCAP–, también apoya esta técnica. La ingeniera Becky Mueller, una de las investigadoras principales del IIHS, se dedicó a una pasión que mantuvo de niña durante el encierro.
Lo que hizo fue una prueba de choque, comúnmente conocidos como crash test, fabricada íntegramente con piezas de LEGO, y recreó todo el proceso filmándolo con la ahora ya explicada técnica del stop motion. El resultado es una pequeña obra maestra creativa y educativa al mismo tiempo. Desde calibrar los maniquíes hasta un hombrecillo barriendo tras el accidente, Mueller necesitó dos meses, 1.000 piezas y 1.500 fotografías para crear lo que parece ser la prueba de choque de compensación frontal moderada que la Euro NCAP también práctica a este lado del charco.
Puedes encontrar más vídeos y fotos de su laboratorio de pruebas de choque del IIHS de LEGO en la galería adjunta al final y en su blog personal. Y si quieres ver la versión alemana del ADAC con un Porsche 911 GT3 (997) y música acorde, echa un vistazo al vídeo que también hay bajo estas líneas.
Fuente: IIHS
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