A nadie en su sano juicio se le ocurriría ponerse a respirar lo que sale de un tubo de escape. Por todos es sabido que esos gases contienen emisiones nocivas que incluyen partículas de CO2 y NOx, entre otras. Es cierto que se han ido reduciendo gracias a elementos como los filtros de partículas o el AdBlue, pero siguen estando presentes y no benefician demasiado a la salud. Aunque podríamos decir que los coches de hidrógenos son la única excepción que podría hacerse.
Este tipo de vehículos son de cero emisiones al igual que los eléctricos, pero en este caso sí que aparece un tubo de escape por el que solamente sale vapor de agua. Eso es fruto de las reacciones que suceden dentro de la pila de combustible, las causantes del movimiento del coche. Se toma oxígeno del exterior, que se filtra y comprime para inyectarlo en las celdas de la pila; donde se mezcla con el hidrógeno. Durante esta electrólisis inversa se genera la electricidad necesaria para nutrir las baterías y agua.
Uno de los principales representantes de esta tecnología en la actualidad es Hyundai. Precisamente ellos tienen en su gama el único vehículo de hidrógeno que se vende en nuestro país, que no es otro que el Hyundai Nexo. Y para comprobar lo limpio que puede llegar a este ejemplar han metido a su embajadora, Mireia Belmonte, a entrenar en una burbuja conectada a su tubo de escape, por lo que solamente podrá respirar las emisiones de este singular SUV.
Durante la prueba se contó con supervisión médica para comprobar el bienestar de la nadadora que ha sido campeona olímpica en múltiples ocasiones. Durante esta llamativa acción se destacaron los beneficios de los coches de hidrógeno. Ya no solo es que las emisiones se limiten a vapor de agua, es también que se toma aire contaminado y el que es expulsado queda purificado y libre de partículas al 99,9 %. Aunque actualmente la tecnología esté un poco en barbecho, en un futuro podría ser clave para contribuir a la descarbonización energética a gran escala.
Fuente: Hyundai