El tema de los combustibles sintéticos es algo que siempre se ha estado valorando en el sector de la automoción, pero que nunca ha terminado de cuajar para una producción extensiva. Algunos fabricantes como los del Grupos Volkswagen (principalmente Audi) están apostando fuerte por ellos y ya han desarrollado proyectos de e-diésel y de e-gasolina. Sin embargo, ahora hay un rival también alemán que cree que estos combustibles no son el futuro.
Markus Schäfer, responsable de I+D de Mercedes, dijo que los combustibles sintéticos no eran viables a medio plazo. También añadió que la marca de la estrella no iría por ese camino, que centraría sus inversiones y sus esfuerzos en la electrificación de su gama de vehículos. El camino comenzó con el Mercedes EQC (que ya hemos tenido la oportunidad de probar) y continuará con otros como el compacto EQA o la berlina de lujo EQS. En el presente también hay comerciales eléctricos como es el caso de los Mercedes EQV, eVito y eSprinter.
El directivo de Mercedes se escudaba en que se pierde mucha eficiencia en el proceso de transformar energía renovable en un combustible sintético. «Si tienes una gran cantidad de energía, el mejor uso es ponerlo directamente en una batería». Con esas palabras, Schäfer confirmaban que ellos se centrarán en el desarrollo de vehículos electrificados, aunque siempre pendientes de las regulaciones y del comportamiento de los clientes.
El problema para Mercedes es que creen que tampoco hay tantas energías limpias disponibles en la actualidad y que su primera aplicación debería tener lugar en la industria de la aviación. De esta forma, creen que los combustibles sintéticos no llegarían al automóvil en los próximos diez años, lo que pase después habría que verlo a su debido momento. Mientras tanto, Grupo Volkswagen parece que sigue investigando a su ritmo, con una planta destinada a la producción de estos combustibles, y otros como Mazda están probando con combustibles a base de microalgas.
Fuente: Autocar