Dos años de trabajo. Eso es lo que ha costado hacer a mano el Rolls–Royce Amethist Droptail, un coche único, realizado por encargo directo de un empresario especialista de piedras preciosas. Se trata de una auténtica joya rodante, creada por el departamento de Coachbuild de la marca donde trabajan artesanos obsesionados por el detalle.
El Amethyst pertenece a la serie Droptail, de los que solamente se harán cuatro unidades, todas ellas muy distintas entre sí, creadas en función de lo que su acaudalado propietario desee inspirarse. En este caso ha siso la amatista, un tipo de cuarzo con un colo muy característico, entre violeta y morado.
En esa gema encontró su musa el cliente, del que se sabe que es un mecenas de las artes y tiene un museo privado con una colección de joyas, obras de arte contemporáneas y automóviles (donde posiblemente pase a estar este increíble Rolls-Royce Amethyst Droptail pintado en color amatista, con puntos de aluminio para obtener una tonalidad muy similar a la gema.
El color principal de la carrocería es un tono púrpura suave con ese matiz plateado, bautizado como Globe Amaranth, realzado con finas motas de aluminio en polvo para reflejar la luz y crean un cautivador acabado iridiscente. En contraste aparece el color violeta intenso, amatista en la parte superior de la carrocería del automóvil, con pequeñas virutas de mica rojos, azules y violetas que simulan el cristal de amatista.
Para rematar el exterior encontramos detalles en fibra de carbono, empleada en las secciones inferiores. Se ha acabado en una fina capa de laca teñida con pigmento Amatista, de manera muy sutil, para que no se vea ese material que forma parte de su estructura. Este automóvil no se basa en la plataforma de los Cullinan, Ghost o Phantom, sino que usa un chasis monocasco hecho de acero, aluminio y fibra de carbono. Toma de los modelos de producción el V12 biturbo de 6.75 litros con 600 CV (441 kW) y 840 Nm de par máximo.
El modelo tiene un techo rígido extraíble para poder ser un roadster descapotable o un coupé espectacular. El techo incorpora vidrio electrocrómico que permite que la superficie cambie de color y transparencia al instante. Si está desactivado es completamente opaco, con un tinte púrpura para reflejar el acabado exterior Amatista. Si se pulsa un botón, se vuelve translúcido con un tono idéntico al cuero Sand Dunes del interior. Se probaron 60 tipos de coloración de vidrio para dar con la combinación perfecta.
No fue la única selección difícil. Para las maderas que se emplean en el interior, ,los expertos de la marca estuvieron seis meses buscando y analizando más de cien troncos para que casase con la muestra de madera que quería el cliente una Calamander Light de poros abiertos, con una textura compleja y largas bandas de color. El cuero sigue ese mismo patrón. Y luego, las piezas de madera se sometieron a 8.000 horas de pruebas (como simulación de exposición a la luz solar, de resistencia a la lluvia o durabilidad con temperaturas entre +80°C y -30°C.
Además, el cuadro de instrumentos tiene unas esferas giratorias con raras gemas de amatista, que se repiten en la base de la figura del Espíritu del Éxtasis, tras analizar cada pieza individualmente.La guinda es el reloj Vacheron Constantin, hecho a mano en Ginebra, llamado Les Cabinotiers Armillary Tourbillon, de cuerda manual y que se aloja en un soporte del que puede extraerse.
Fuente: Rolls.Royce