En la actualidad, el mercado del automóvil está pasando por un momento convulso, con mucha incertidumbre sobre el futuro. Es por ello que muchos usuarios tienen dudas sobre qué coche comprarse en estos momentos para que no sea una mala inversión. Y un factor a tener muy en cuenta a la hora de la compra es la depreciación que sufrirá el coche desde el mismo momento que sale del concesionario.
Por eso vamos a hablar de alguna claves a tener en cuenta en este aspecto. Hace unas semanas ya hablamos de algunos de los coches que menos se depreciaban y ahora vamos a rasgos más genéricos. Vamos a hacer distinción por valores tales como el combustible, el tipo de carrocería o lo que vaya a ser usado el coche.
Por combustible
A juzgar por las últimas noticias y restricciones, los coches diésel son los que van a sufrir una mayor depreciación por la cruzada que ha habido recientemente contra este combustible. En gasolina no habrá tanta caída pero también será acusada. Si hablamos de su tipología, los que menos valor pierden son los eléctricos, los híbridos enchufables, los híbridos y los bifuel (GLP y GNC); que son los que han recibido las etiquetas ‘0’ y ‘Eco’ de la DGT y no tienen restricciones en las ciudades.
Por carrocería
Si hablamos de carrocerías, nos encontramos con que los SUV son los que menos se deprecian. Su alta demanda hace que tengan más salida en el mercado de ocasión, pues los usuarios los siguen demandando. Los coches micro también están entre los que menos se devalúan. Hay otros que no corren la misma suerte que otros como las berlinas o los monovolúmenes, cuyas ventas han caído y por lo tanto su valor cae considerablemente.
Por potencia
En este apartado también afectan la potencia del vehículo en cuestión. Los grandes motores con cientos de caballos son los que salen perjudicados si hablamos de pérdida de valor. De hecho, hace tiempo hablamos de lo barato que podía ser comprar un coche con motor V12 (aunque no de mantener). Pierden menos valor los que tienen motores de tres o cuatro cilindros y con potencias normales de hasta 150 CV.
Por color
También los colores afectan a la depreciación de un coche. Año tras año hablamos de las tendencias de mercado y vemos que el color blanco suele ser el más demandado. En este aspecto, los tonos más neutros (el mismo blanco, el negro, el gris…) son los mantienen mejor su valor. Por el otro lado, los colores estridentes suelen ser más atractivos pero hacen que el valor de un coche se reduzca en mayor medida.
Por expectativas de uso
No es lo mismo querer un coche que dure toda la vida a querer uno que nos saque del apuro temporalmente. Si se busca un coche para largo plazo, la depreciación será menos importante para el usuario, pues pasados 15 años su valor será bastante pequeño en todo caso. Por el contrario, si el coche se quiere tener a corto plazo, hay que hacer números durante la compra. También puede ser recomendable adquirirlo en modalidad de renting para adaptarte a las tendencias.
Por su vida comercial
Otro detalle a tener en cuenta es que los modelos que están al final de su vida comercial se deprecian con mayor prontitud, aunque por otro lado, los concesionarios suelen hacer ofertas interesantes para contrarrestar. Los coches que acaban de salir al mercado mantendrán su valor de mejor forma, aunque no se podrán beneficiar de tantos descuentos.
Por su mantenimiento
Para terminar con el tema de la depreciación hay que mirar también el mantenimiento que ha tenido el vehículo. Tanto a la hora de comprar como a la de vender hay que tener en cuenta que un coche con todas las revisiones oficiales bien documentadas tiene un valor superior a otro que no lo tiene. Por eso siempre hay que insistir en cuidar bien el coche y ponerlo en las mejores manos posibles.
Fuente: OCU