En el caso de tener elegido tu próximo coche nuevo siempre surge una duda: ¿qué llantas elegir? Esta decisión responderá inicialmente a una función estética, es decir, cómo queda dicho coche con esos zapatos. Pero hay algo más, pues el tamaño de las llantas (y por lo tanto de las ruedas) afectará también al comportamientodinámico del coche. Te contamos todo lo necesario para hacer una elección correcta.
Para ponernos en situación hay que decir que la tendencia actual es a tener llantas grandes. Hace unos años solo los modelos más deportivos se atrevían a calzar llantas a partir de 17 pulgadas. Hoy en día esa medida es más que normal en turismos normales, incluso se queda corto en modelos como el Renault Scénic que monta llantas de 20 pulgadas de serie. Esto podría ser normal en un prototipo, pero llama la atención en un monovolumen corriente.
Normalmente, si optamos por unas llantas de mayor tamaño nos veremos obligados a montar neumáticos de un perfil más bajo. Esto tiene una desventaja económica importante, pues aumentará la tarifa de mantenimiento. En este tipo de neumáticos también se notan más las imperfecciones de la carretera y afectarán más a la suspensión, por la lógica de que hay menor distancia respecto al piso.
En general, montar unas llantas más grandes hace que aumente la resistencia a la rodadura. Eso se traduce en que haya un aumento en el consumo del vehículo, llegando en algunos casos a aumentar el Impuesto de Matriculación. También afectará a la agilidad del coche y las prestaciones se reducirán (aunque no sea demasiado notorio). Además, tener un centro de gravedad más alto y un peso superior hará que aumentan las inercias.
Pero no todo son inconvenientes. Si se opta por una llanta grande también se mejorará el agarre considerablemente. En la mayoría de casos conlleva que se consiga un mejor paso por curva y por eso las montan muchos deportivos. Aunque en este punto hay que tener en cuenta la anchura del neumático, pues en los más anchos también aparece el aquaplaning antes. Al tener una mayor superficie de contacto con el asfalto también conseguiría que el coche frenase algo mejor.
En definitiva, montar unas llantas más grandes tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Se trata de una decisión muy personal, pues hay gente que le da más importancia a la estética y otra que piensa más en la economía. En todo caso conviene sopesar los pros y los contras de cada tipo de llanta, así como después estudiar cuáles son los mejores neumáticos para el coche.
Fuente: Diariomotor