Tener un vehículo clásico es una experiencia en sí misma. Desde aquí compadecemos a los miles de mortales que se conforman con el automóvil como medio de transporte para ir desde A hasta B. Por suerte todavía hay muchos aficionados que lo ven como un transmisor de sensaciones. Pero la tendencia actual nos lleva a vehículos bastante planos en el sentido de que no despiertan apenas sentimientos. Es por ello que muchos se planteen la posibilidad de conducir un coche clásico a diario.
Si nos ponemos con la definición estricta, un vehículo clásico sería aquel que supera los 30 años de antigüedad, fecha a partir de la cuál se puede matricular como histórico. Sin embargo, esa edad subió recientemente (antes era 25 años) y tampoco la vamos a considerar excluyente para este tema. Si tienes un coche con más de 15 años puede que también te sientas identificado con lo que hablaremos a continuación. Llevar un coche clásico puede provocar miles de emociones, aquí te dejamos algunas.
Siempre con la sonrisa
Lo más importante al comprar un coche clásico (además de seguir estos consejos para que no te estafen) es que te sientas identificado con él. Tiene que tener un significado especial, algunos ejemplos serían que se trata de un modelo que te gusta desde pequeño o que lo tuviera anteriormente tu abuelo. Lo cierto es que no es habitual ver demasiados clásicos por nuestras carreteras, por lo que también es una forma de diferenciarse. De este modo es bastante probable que conduzcas siempre con una sonrisa en la boca, por sentirte único y por compartir ese vínculo con tu coche.
No es perfecto, ni tiene por qué serlo
Queda claro que estarás feliz de conducir a diario tu coche clásico, pero no todo será perfecto. En las últimas décadas se ha avanzado mucho en el sector y la mayoría de coches actuales tienen cosas que mejoran a los clásicos sustancialmente. Hablamos de cosa como la comodidad (calidad de rodadura o maniobrabilidad), la habitabilidad (los coches ahora son más grandes y amplios por dentro) y tienen más facilidades (habrá clásicos que no tengan ni aire acondicionado). Pero precisamente parte del encanto que tienen serán esas imperfecciones con las que hay que lidiar.
Prestar especial atención
En todo momento no hay que olvidar que estas tratando con un coche antiguo y cuyo desgaste ha sido intenso. A veces, incluso habiendo sido cuidado debidamente hay bastante riesgo de sufrir alguna avería. Por eso es muy importante elegir bien e informarse de la fiabilidad de ese coche y del mantenimiento que ha tenido. Hay que prestar especial atención cuando se hace un viaje largo y cuando llegan las altas temperaturas (su refrigeración suele ser más limitada que en los coches modernos).
Atento a los recambios
Otra de las tareas que deberían ser tenidas en cuenta antes de la adquisición es la disponibilidad de recambios. Si tienes un coche de 30 años es posible que lleve sin producirse más de dos décadas y en algunos casos puede llegar a ser difícil encontrar algunas piezas. Si es verdad que el mundo digital ha facilitado mucho el tema de la búsqueda. También que no habrá problema si se trata de un coche que fuera relativamente popular.
Otra recomendación relacionada es tener algunas nociones de mecánica para poder solventar los pequeños problemas, los coches de antaño son mucho más simples y accesibles, por lo que es más fácil realizar algunas tareas.
Haz una buena elección
Volvemos a lo dicho en el principio, es importante elegir teniendo en cuenta todos los factores posibles. Es muy importante el factor emocional con el vehículo, pero también hay que mirar la fiabilidad que nos ofrece o la practicidad. Es muy recomendable probar el coche antes, así como hablar con otros propietarios para hacerse una idea de lo que es convivir con dicho ejemplar. Hay miles de foros en los que seguramente se habrán resuelto dudas o comentado experiencias con ese clásico que buscas.
Puede ser un proceso largo y arduo hasta encontrar el coche ideal, pero cuando lo hagas no te arrepentirás.
Fuente: Jalopnik