La crisis económica hace que cada dái veamos más ofertas de neumáticos de segunda mano al alcance del usuario. RACE y Goodyear hemos querido profundizar para saber uáles son los potenciales riesgos para la seguridad del usuario.
Resulta complicado conocer exactamente cuál es la dimensión real del mercado de neumáticos de segunda mano, pero no cabe duda de que aumenta. Internet, si realizas una búsqueda del tipo “Tiendas de neumáticos de segunda mano”, se ha pasado de 16.400 resultados en 2008 a los 92.100 de la actualidad. También ha subido el número de búsquedas que los usuarios han realizado,
También se ha constatado un fuerte incremento en el número de importaciones de neumáticos usados, que ha crecido un 58% en cuatro años.
Desde el año 2009 en España importamos más neumáticos usados de los que exportamos y Alemania es nuestro principal suministrador.
Aun cuando un neumático de segunda mano se encuentre en buen estado y no presente defectos aparentes, existe siempre una pérdida de prestaciones. Cada vehículo desgasta el neumático de una forma diferente, dependiendo del peso, reparto de ejes, tipo de tracción o potencia. Al instalar una rueda que ya se ha amoldado al desgaste del coche anterior, puede producir comportamientos anómalos (vibraciones, desgaste prematuro e irregular, menor estabilidad o incremento de la distancia de detención).
Antes de sacar a la venta un neumático de segunda mano, los comercializadores de este tipo de productos aseguran que se realiza una
revisión para desechar aquellos que presentan daños, como cortes, desgastes anómalos o grietas, pero lo que se desconoce es que debido a la complejidad en la estructura de un neumático, pueden existir posibles desperfectos internos que no se ven. Los neumáticos que han sufrido daños a causa de impactos pueden tener puntos con una tensión inestable que acaban provocando la aparición de bultos, ampollas o deformaciones que tengan
como punto y final el sufrir un reventón mientras circulamos, con el consiguiente riesgo para la seguridad.
Otro gran problema es su envejecimiento debido a un incorrecto almacenamiento. Todos los neumáticos deben almacenarse guardando unas condiciones concretas que garanticen el mantenimiento de las propiedades de los compuestos, y por lo tanto la adherencia al asfalto. Un neumático bien almacenado debe colocarse en estructuras separadas del suelo con objeto de salvaguardarlos del contacto con la suciedad y la humedad, debe estar protegido de la luz solar y las condiciones climatológicas adversas, y a una temperatura media constante de unos 25ºC.
Respecto al nivel de ahorro económico, no existen grandes variaciones en lo que se paga por cada milímetro de banda de rodadura que
nos queda por utilizar, por lo que el ahorro en la mayoría de las ocasiones rondará el euro por milímetro, o será nulo, o incluso puede resultar más caro
proporcionalmente. Y es innegable que se pierden prestaciones y nivel de seguridad.
Estado de los neumáticos en España
Del análisis del estado de los neumáticos en las inspecciones técnicas de vehículos, se desprende que casi 825.000 turismos estarían circulando con
defectos graves. De ellos, 90.666 turismos corresponden a coche con neumáticos dañados: deformaciones anormales, ampollas, roturas o despegue de alguna capa en los flancos o de la banda de rodadura (alto riesgo de sufrir un reventón). Los neumáticos que presentan este tipo de daños han pasado de ser el 77% de los casos en el año 2010, al 83% en la actualidad.
El estudio tiene en cuenta los accidentes con víctimas donde se ha podido detectar algún defecto en el vehículo como posible causa del siniestro. En un 75% de ellos había algún defecto en los neumático por encima de porblemas en los sistemas de freno, de dirección o de iluminación.
Un 53% de estos defectos corresponden a vehículos con “neumáticos en mal estado”, un 19% debido a “pinchazo o reventón”, y un 1%
por “pérdida de rueda”, como causas principales. Son nada menos que 236 accidentes con víctimas, que se podrían haber evitado.
Fuentes: RACE; Goodyear