Parece que fue ayer, pero han pasado ya diez meses desde que se intalaron los primeros radares de tramo en España. Y nos llega la noticia de que a finales de año la DGT instalará cuatro nuevos radares de tramo en las carreteras. El ministro del Interior también ha señalado que durante los meses de julio y agosto el índice de fallecidos y heridos ha bajado considerablemente respecto a 2010.
La lucha contra los excesos de velocidad sigue por tierra, mar y aire. Las víctimas en carretera bajaron en verano y la DGT lo atañe al control que ejerce sobre la velocidad. ¿Pero tiene algo que ver la crisis? ¿O quizás la gente no ha viajado tanto este verano o han controlado el acelerador porque es más económico que correr?
A los dos radares de tramo de la DGT:
– En el túnel de Guadarrama, autopista AP-6 (Madrid-A Coruña, que controla 3,5 km en sentido Galicia).
– En el túnel de Torrox, autopista AP-7 en Málaga (de un km y en sentido Barcelona).
Hay que sumar el que tiene el Transit de Cataluña uno en el túnel de Viella, en Lleida. El Gobierno vasco ha eliminado once radares, pero estrenó uno de tramo para vigilar 19 kilómetros de la N-1, entre Ordizia e Irura, en sentido San Sebastián (con un límite de 100 km/h y que no está instalado en un túnel).
Los nuevos radares que llegarán a finales de año estarán instalados en :
– AP-66 en Barros de Luna (León)
– M-40 en los túneles del Pardo (Madrid)
– AP-9 en Sartego (A Coruña)
– A-7 en San Juan (Alicante)
Estos radares registran la matrícula del vehículo al principio y al final del tramo que controlan. Se registra el momento en que se entra y se sale y esos datos se envían al centro de gestión de tráfico. Allí se calcula la velocidad media en ese tramo, diviendo el espacio existente por el tiempo empleado. Por cierto, para ir sin temor a una multa, existen GPS especiales para los radares de tramo.
Vía: Autoconsultorio