¿Listos para otra clase magistral de aerodinámica? Vamos con un pequeño spoiler para que no salgas como alma que lleva el diablo a pegarte el coche de delante: el rebufo, como tal, sólo es posible a altas velocidades. Y ni tu eres el Nano ni yo un piloto de Nascar por lo que cuando adelantemos en carretera secundaria solo experimentaremos una pequeña dosis de rebufo.
Esta técnica, la dominan los ciclistas, los pilotos de Fórmula 1 y como decíamos, es una maniobra especialmente importante en la NASCAR. Y es que el rebufo en términos generales y básicos, es un fenómeno producido por la retroalimentación entre dos corrientes de aire como consecuencia de la resistencia al aire de un elemento anterior y otro posterior. Por lo tanto, utilizar la fuerza del rebufo es una técnica a dominar en competición, no para ir al pueblo y quitarle 2 minutos a Google Maps.
Si queremos aún más precisos: cuando un vehículo circula a una velocidad considerable y con pocos elementos delanteros que ofrezcan resistencia al viento, esta se concentrará en la parte delantera del vehículo. Recibiendo la parte trasera del vehículo, debido al diseño más estandarizado que vemos por la calle, menor fuerza en el flujo del aire. Esto suponiendo que la dirección del viento sea frontal a la circulación del coche.
Hablemos de aerodinámica
La aerodinámica es la rama de la física que estudia el comportamiento del aire y otros fluidos en movimiento, especialmente en relación con los objetos que se desplazan a través de ellos. Se centra en entender las fuerzas y presiones que actúan sobre superficies expuestas al flujo de aire, como alas de aviones o carrocerías de automóviles, y cómo estas interacciones afectan el movimiento y la estabilidad de dichos objetos. Por lo tanto, la aerodinámica jugará un papel crucial en el diseño de vehículos, aeronaves y estructuras para optimizar la eficiencia, reducir la resistencia al avance y mejorar el rendimiento global en distintas aplicaciones.
En el ámbito del motor, tenemos que hablar de otro concepto: la resistencia aerodinámica. Un factor que influye directamente en el rendimiento y eficiencia de los vehículos. La resistencia aerodinámica es la fuerza opuesta que enfrenta un vehículo al desplazarse a través del aire, lo que puede afectar su velocidad máxima, consumo de combustible y estabilidad. Este factor es el más importante a la hora de diseñar los vehículos desde tiempos remotos reduciendo protuberancias, haciendo diseños más optimizados y mejorando las formas generales del coche. En este sentido podemos decir que los diseños streamliner ideados por Castagna o Gottlob Espenlaub fueron el germen de muchos vehículos actuales y especialmente, eléctricos, que necesitan maximizar su coeficiente aerodinámico, como el IONIQ 6 o los próximos Volkswagen ID 7.
La gestión eficaz de la resistencia aerodinámica no solo contribuye a la mejora del rendimiento y la economía de combustible, sino que también desempeña un papel crucial en la seguridad y la experiencia de conducción al garantizar la estabilidad y el control en diversas condiciones de velocidad y entorno. Esta gestión radica, por un lado, en el coeficiente de resistencia aerodinámica, comúnmente conocido como «CX» o «Cd» (del inglés «drag coefficient»), una medida que describe la eficiencia aerodinámica de un objeto en movimiento, en lo que nos compete: un automóvil.
El CX representa la resistencia al aire que enfrenta el vehículo mientras se desplaza. Cuanto menor sea el valor del coeficiente de resistencia aerodinámica, mejor será la capacidad del automóvil para atravesar el aire con menor resistencia. El diseño aerodinámico, la forma y la suavidad de las superficies del vehículo son factores cruciales para lograr un CX bajo, lo que puede contribuir a una mayor eficiencia de combustible y un rendimiento optimizado en términos de velocidad, estabilidad y autonomía si lo llevamos al ámbito electrificado.
Y por otro, esta gestión tendrá mucho que ver con la carga aerodinámica que el coche puede soportar. Vease, la fuerza vertical que actúa sobre un objeto en movimiento debido a la presión y las fuerzas aerodinámicas generadas por el flujo de aire. Esta fuerza puede ser ascendente o descendente, dependiendo de la configuración y el ángulo de ataque del objeto. En el contexto de los cochecitos, la carga aerodinámica es esencial para proporcionar estabilidad y control durante el movimiento.
El tratamiento por optimizar la carga aerodinámica ayuda a mejorar la adherencia de las ruedas al suelo, proporcionando mayor estabilidad y maniobrabilidad, especialmente a altas velocidades. El diseño de componentes como alerones, alerones traseros y faldones se optimiza para influir en la carga aerodinámica según las necesidades específicas del vehículo.
El rebufo
Ahora que ya tenemos claros los conceptos físicos, vamos a lo que importa: el rebufo. En un aporte teórico: el rebufo es aquel fenómeno físico producido por la retroalimentación entre dos corrientes de aire, como consecuencia de la resistencia entre un elemento posterior y otro anterior.
Aporte práctico para nuestra cabeza petrolhead: En esta situación, el vehículo seguidor experimenta una reducción en la resistencia aerodinámica, ya que parte del aire que normalmente se encuentra en frente del automóvil líder es desviado alrededor y sobre el vehículo que sigue. Esta disminución en la resistencia puede traducirse en una mejora en la eficiencia del combustible y una mayor velocidad para el vehículo que se encuentra en el rebufo. Tal que así:
Dicho esto, si otro vehículo se acerca a la parte trasera del coche que está recibiendo la mayor fuerza de la corriente de aire, este se protege de las turbulencias y por tanto, necesita menor potencia para resistir la barrera ejercida por el aire. Pudiendo ser un vehículo el que va detrás, o toda una fila de coches que aprovechen esta aerodinámica. Por lo tanto a la hora de adelantar, el segundo coche se verá impulsado por la potencia de su motor y de la fuerza que ejerce el flujo del aire en el primero, siendo más sencillo su adelantamiento.
Pero decidir cuando abandonar el rebufo del coche delantero es crucial. Porque si hay una fila de coches que también se estaban aprovechando el rebufo, pueden también adelantar detrás del primero que decida salirse del rebufo para así seguir beneficiándose de la energía del vehículo delantero. Pero ojo, no medir bien la fuerza de la corriente puede llevar a que la hora de adelantar, la fuerza del flujo del viento desplace violentamente el vehículo. Para muestra un vídeo práctico:
Cuando usarlo
El rebufo ofrece a los pilotos varios beneficios significativos en las carreras. En primer lugar, al reducir la resistencia aerodinámica, contribuye a la eficiencia del combustible, permitiendo que los vehículos ahorren energía al mantener velocidades más altas con menor consumo de combustible. Además, los pilotos estratégicamente aprovechan el rebufo como una táctica para adelantar a sus oponentes, como bien sabréis y recordaréis ese adelantamiento de Fernando Alonso a Schumacher en Japón. En situaciones competitivas, el rebufo puede marcar la diferencia, ya que el vehículo que sigue puede acumular energía y, en el momento adecuado, utilizarla para superar al competidor líder con una explosión de velocidad adicional.
Aunque no lo notemos al adelantar a un coche en una carretera secundaria, por razones obvias, estos beneficios hacen del rebufo un elemento clave en la competición también nos aportan un extra de eficiencia en nuestras rutas diarias, viajes y demás desplazamientos con el coche.
Rebufo para ti y para mi
Aunque en menor medida, el rebufo también tiene beneficios en nuestra conducción. Al explorar cómo el rebufo afecta la conducción diaria, entenderemos más profundamente cómo aerodinámica de nuestro coche puede ser una aliada en la eficiencia del combustible. Para optimizar en esta línea en en entornos urbanos y de tráfico denso, es recomendable mantener una distancia adecuada detrás de otros vehículos; esto no solo es una medida de seguridad, ya que también nos puede brindar oportunidades para aprovechar el rebufo ocasional.
Además, el manejo del rebufo puede influir en las decisiones de conducción, como la elección de rutas y velocidades. En situaciones en las que la velocidad constante es posible, los conductores pueden ajustar su conducción para capitalizar el beneficio del rebufo, contribuyendo así a un flujo de tráfico más suave y eficiente.
El extra invisible de los coches
Siempre que compramos un coche podemos ver los extras que tiene, ya sean estéticos y que apoyen a la carga aerodinamica (spoilers, taloneras, etc) como aquellos que nos pueden extender la autonomía del coche, como un battery pack en el caso de los eléctricos. Pero los fabricantes nos «regalan» un extra que repercute directamente en la gestión del rebufo. Por ejemplo, desde hace ya unos años, los fabricantes de automóviles incorporan características avanzadas de diseño para gestionar de manera efectiva el rebufo.
Esto incluye el desarrollo de sistemas inteligentes que ajustan automáticamente la aerodinámica del vehículo, como alerones activos, persianas frontales ajustables y difusores traseros, para minimizar la resistencia al aire en diferentes condiciones de conducción. Los que tenemos la suerte de conducir varios coches al año nos damos cuenta muy fácil cuando estamos conduciendo un coche muy aerodinámico, como un Toyota GR86 y cuando vamos en un coche que ejerce una mayor carga por las líneas de su coche. Como por ejemplo, un Nissan Cube, por poner un ejemplo muy práctico.
Además, las tecnologías de asistencia al conductor, como el control de crucero adaptativo, están diseñadas también para mantener automáticamente distancias seguras con otros vehículos. Estos sistemas que utilizan sensores y radares para monitorear el entorno y ajustar la velocidad de manera de tal forma que se aprovechen todas las oportunidades de rebufo sin comprometer la seguridad. En conjunto, estas innovaciones demuestran cómo la industria automotriz no solo reconoce la importancia del rebufo, sino que también trabaja activamente en desarrollar soluciones tecnológicas para optimizar la eficiencia y la seguridad en la carretera.
Y como dicen sabemos que esta explicación exhaustiva de lo que es el rebufo quizás sea MUCHO TEXTO (según dicen los jovenes) o un TL;DR (según la cultura de la internet), el bueno de Rubén te explica de forma top (por que no sabe hacerlo de otra forma) que es el rebufo y te regala unos momentos míticos de los mejores «rebufistas» de la historia. Disfrutalo.