En estos días de mal tiempo hay una tecnología que puede ayudarte a llegar de forma segura a tu destino. Hablamos de la tracción total. Hay un montón de gente que relaciona este término con la conducción todoterreno, pero hay mucho más que puede ofrecerte esta tecnología.
Existen diversos tipos de tracción total. Nos hemos puesto en contacto con los especialistas de Subaru para que nos expliquen mejor su sistemas de tracción. Son especialistas en ellas desde que se les pidió que desarrollasen un vehículo especial para una empresa energética del norte de Japón. Necesitaban un automóvil que les permitiese moverse con facilidad y seguridad por zonas nevadas, con un sistema de tracción a las cuatro ruedas y mucho más cómodo que los todoterrenos tradicionales.
Aquel fue el germen del Subaru Leones Station Wagon 4×4, el primer coche del mundo de pasajeros 4×4 fabricado en serie, en 1972. Desde entonces, es una de las «banderas» de la marca, junto con el motor bóxer, y piedra angular de su apuesta por la seguridad. Actualmente, todos los productos de la firma en España cuentan con este tipo de tracción total (salvo el Subaru BRZ que probamos). Estas son algunos de sus beneficios.
Tracción total simétrica
La apuesta del fabricante nipón es la Tracción Integral simétrica, ideal para combinarlo con el motor bóxer (cuyo tamaño y disposición viene como anillo al dedo). Para no perder un ápice de equilibrio a la hora todo el tren de propulsión se monta una línea simétrica alrededor del eje de propulsión.
El sistema de transmisión, uno de los componentes más pesados del automóvil, se sitúa cerca del centro de gravedad en el sistema de AWD simétrica, para equilibrar mejor el peso y distribuir la carga mejor entre las cuatro ruedas: solamente así se administra la potencia a todas ellas de manera eficaz.
El resultado es que las cuatro ruedas están engranadas continuamente a la transmisión. Es necesario un diferencial central (situado entre los ejes delantero y trasero, como te contamos sobre tipos de diferenciales), que divide la fuerza del motor entre los ejes delantero y trasero y permite girar independientemente a las ruedas de un eje con relación a las del otro.
Mientras que los coches de tracción delantera benefician al espacio interior (a cambio de subvirar bastante) y los de propulsión requieren mayor pericia al volante, parace que el sistema de tracción total va poco a poco imponiéndose como el que más seguridad aporta a la conducción.
Para empezar, contar con mejor agarre (aquí entran en juego también neumáticos y suspensiones, no todo es transmisióm) en cualquier tipo de superficie. El diferencial central es el que se encarga de absorber las diferencias de rotación entre las ruedas de uno y otro eje para ir «sobre raíles».
Muchos puristas opinan que una tracción permanente es más lenta, gasta más combustible y no da las mismas sensaciones… Discrepamos. Si coches como el Lamborghini Huracán o el Ferrari FF lo montan, tan malas no serán. Y a la hora de realizar una conducción deportiva, uno de nuestros mejores aliados puede ser una tracción total, ya que permitirá un pilotaje más rápido en zonas de curvas reviradas, como pudimos comporbar en nuestra prueba del Subaru WRX STI.
La experiencia de conducción con un coche con tracción integral permanente se aprecia sobre todo, cuando la carretera se llena de agua o de nieve. Es entonces, cuando la tracción total responde con solvencia agarrándose con fuerza a la carretera. En la prueba del Subaru Outback lo comprobamos. Es abrumadoramente sencillo realizar una conducción dinámica con los mayores niveles de seguridad, gracias a la excelente distribución del peso y que el sistema suministra potencia a las cuatro ruedas de manera inteligente (ahí los sistemas electrónicos han supuesto un gran avance).
Este vídeo lo explica de forma genial (sale incluso un cocodrilo, para que lo comprendas mejor):
X-Mode
Si además de viajar en carretera de modo seguro eres aventurero, los especialistas de Subaru han desarrollado un botón «mágico», como me gusta a mi llamarlo, el X-Mode. Pudimos conocer su funcionamiento en nuestra prueba del Subaru Forester, un SUV medio cuyo comportamiento fuera del asfalto está a la altura de muchos todoterrenos «de verdad».
Es pulsar un botón y de repente te sientes capaz de afrontar cualquier raid. Incluso si, como es nuestro caso, no eres demasiado ducho en esto de moverte por caminos escarpados. Esta tecnología se encarga de controlar la transmisión, la AWD, los frenos y otros componentes para circular con seguridad por carreteras deslizantes y pendientes escarpadas. No falta un control de descenso de pendientes que mantiene de forma automática una velocidad constante al descender. El coche se encarga absolutamente de todo.
Sin duda, el complemento perfecto de la tracción total simétrica si eres de los que te aventuras a salir del campo. Este vídeo te lo explica de fábula: