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Prueba Subaru Outback 2016 497.7
Pruebanoticias/
Luis Ramos Penabad

Subaru Outback: prueba a fondo del rey del invierno

Pongámonos en situación. Debemos realizar un viaje en pleno invierno, el Navidad, de Madrid a Galicia. La meteorología no acompaña en absoluto y, por causas personales que no vienen al caso, tenemos que viajar de noche.

Desde luego, no es el panorama más agradable al que desea enfrentarse un conductor, y menos cuando tiene que transportar a su familia y un montón de cosas (maletas, carros, bicicletas, encargos de Reyes Magos…) y volver con más de lo mismo… y un sinfín de cosas ricas de comer, de esas que sólo Galicia puede ofrecer (y en cantidades que sólo el agradecido estómago de un gallego puede explicar).

Por suerte este redactor puede contar con una ayuda inestimable: elegir el coche en el que realizar el viaje. No tuve duda alguna en saber cuál escoger: el Subaru Outback. Es un coche grande (condición sine qua nom para este viaje), de amplísimo maletero y habitáculo, con unas enormes capacidades para circular en condiciones adversas, que se rie del asfalto resbaladizo.

Conocía de sobra al Subaru 2013 (ver prueba), con el que me llevé una grata sorpresa. Pero entonces las condiciones climáticas (lo condujimos en el mes septiembre) habían sido muy favorables. No me resistí a probar la tracción total AWD, un mito para todos los que nos criamos viendo rallyes, por caminos de tierra… pero no se trató de una prueba demasiado extrema.

Y es que al Outback, que toma su nombre de uno de los desiertos australianos más remotos (de ahí su nombre) le va la marcha. Lo comprobamos en la presentación que realizó la marca en España con motivo de su restyling en 2015. Nos había preparado, tras circular por asfalto, una pista rápida de tierra y arena. Toda una experiencia en la que pudimos probar las enormes mejoras en ese sentido. Ahora toca cambiar asfalto seco y el polvo árido por carreteras mojadas, granizo, hielo y barro (el cambio climático nos privó de nieve en esta ocasión). Y así fue nuestra experiencia.

Exterior

En Estados Unidos, Australia y Reino Unido los fans del Subaru Outback son legión, pero en España, tan germanizados en lo automovilístico como “arriojados” en lo vinícola, es bastante desconocido. Mi familia, de hecho, no ubicaba ni a la marca ni al modelo. Otro cantar eran mis amigos de juventud. Eran conscientes de qué supone contar con un Subaru aparcado en el garaje, un coche familiar, sí, pero que comparte la base técnica que llevó a Colin McRae a ganar el Mundial de WRC de 1995 con el mítico Impreza 555.

Eso sí, ambos grupos coincidían en que el Subaru Outback es un coche grande. A los solteros le resultaba incluso excesivo. Quienes tenemos que pensar en algo más que en nosotros mismos no nos parece tan grande, al menos cuando no toca moverse por entornos urbanos. Desde luego, ha crecido mucho desde su lanzamiento en 1994.

Incluso es más grande que su predecesor, el Outback 2013, ya que mide 4,81 metros de longitud y 1,84 metros de anchura. Sí, un poco más largo que sus principales rivales, el Audi A4 Allroad (4,73 metros), el Passat Alltrack (4,77) o el Skoda Scout (4,68). Eso sí, no llega a los casi cinco metros (4,93) que mide el A6 allroad, ya del segmento E.

Respecto a nuestra anterior prueba larga, solamente conserva la altura, 1,60 metros. Sí, se trata de un modelo bastante alto. En origen era una variante del Legacy familiar (continúa siéndolo), pero el gusto por el mundo SUV parece que lo ha ido acercando a lo que eran las primeras generaciones del Subaru Forester (hoy un SUV en toda regla).

Pese a la evolución evidente, se mantiene fiel al concepto original que tan exitoso es en otras latitudes: un turismo de carrocería familiar con una imagen más campera gracias a una suspensión sobreelevada, y diversos aditivos para proteger la carrocería, como las molduras plásticas todo el contorno de la carrocería, las protecciones metálicas simulando el protector de cárter y en los estribos laterales, barras de techo en aluminio y unos faros antiniebla de generoso tamaño.

De lo que no cabe duda es de que su aspecto es imponente. Y al mismo tiempo más afinado que antes. Los diseñadores de Subaru han inclinado más el parabrisas y, con esa sencilla solución han mejorado un 3,4% la aerodinámica.

Sin ser un modelo con un diseño revolucionario, el Subaru Outback acaba conquistando al ojo por su presencia. Hay a quien puede parecerle excesivamente serio, pero en ocasiones la discreción es una virtud. Así es el Outback. En lugar de alardear de sus capacidades, es un tipo sobrio… pero al que nadie podrá nunca decir que es feo. Y apenas presume de la exclusiva tecnología que guarda en sus entrañas, más allá de unos discretos logos en la zaga, bajo los pilotos posteriores con LEC, una tecnología que también tienen las ópticas delanteras.

Interior

Un coche así de grande, con 2,74 m de distancia entre ejes, ya anuncia ya un buen espacio en el habitáculo y un maletero solvente. Vayamos por partes.

Las plazas delanteras son soberbias. Asientos cómodos y ahora la posición de conducción es erguida (cercana a la de un SUV, sin serlo) y se accede al interior de forma más natural. Eso sí, una vez en marcha es posible poner el asiento bastante bajo para “sentir” mejor la carretera.

Si el anterior Subaru Outback ya era un coche excelente para moverse en familia, ahora ha ganado espacio detrás. La marca apunta que 42 mm en la zona de los hombros. No teníamos una unidad anterior al rediseño para comprobarlo, pero sí una sillita de niño y un par de adultos más para viajar en esas plazas.

De acuerdo que el que ocupe la plaza central no irá tan cómodo, ya que su asiento no es tan mullido y debe “cabalgar” el túnel central de transmisión para aposentar sus pies, pero cuenta con un espacio bastante holgado. No nos gustó, eso sí, que además el cinturón de seguridad de ese pasajero parta del techo y no de la parte superior del asiento, más cómodo.

Sí nos pareció muy práctico, sin embargo, el hecho de que las plazas laterales cuenten con anclajes Isofix de fácil acceso. No es ninguna tontería. He de cambiar muy a menudo la silla de coche (prácticamente cada semana) y, aunque uno es bastante ducho en ello, en ocasiones los mullidos de los asientos hacen muy difícil el acceso a esos anclajes. En un coche versátil como este, en el que lo mismo llevas a los niños que cargas con un par de bicicletas, me pareció una solución muy funcional.

Donde el Subaru Outback ha subido muchísimos enteros es en la calidad de materiales y acabados. Aquí pecaba de demasiado robusto, muy pensado para el mercado americano, con materiales resistentes y duraderos, pero espartanos y con poco cuidado por el detalle. Ahora ha mejorado y se acerca a sus rivales, sin llegar por ahora a su altura, pero acercándoseles mucho.

Un punto muy a su favor, que no pude probar convenientemente en la prueba contacto fue la pantalla táctil que preside la consola central. Recuerdo algún pequeño quebradero de cabeza con la anterior, sobre todo con el navegador, con menús muy poco intuitivos y un funcionamiento poco fluido.

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Eso ha quedado atrás y está a la altura de cualquier otra. Los gráficos pueden ser algo mejorables, pero funciona correctamente. En ella también se integra la radio, el manejo del teléfono móvil que se conecta con Bluetooth, puedes escuchar música en streaming, desde las conexiones Aux y USB que se ocultan ante la palanca de cambios (automático Lineartronic en esta unidad), bajo los controles del climatizador, en un espacio que puede taparse para dejar en él pequeños objetos.

Los ajustes entre piezas son muy buenos y los materiales empleados en las zonas de más fácil acceso (salpicadero, paneles de las puertas) son realmente buenos y de aspecto duradero. Hay agún plástico más burdo en las zons bajas, pero la impresión general del habitáculo pasa el examen con nota. También pasa la prueba en el apartado práctico, con una buena guantera (con un manual de usuario que lleva su tiempo leer al completo), buenas bolsas en las puertas y un cofre entre los asientos bastante capaz.

El volante, grueso y de buen tacto, forrado en cuero, cuenta con botones a los que es bien sencillo acostumbrarse. A la izquierda los controles del audio y el teléfono, así como cambiar la información en de la pantalla que tenemos en el cuadro de relojes, realizada en TFT y de fácil lectura. A la derecha, los distintos mandos para controlar el control de crucero y algunos asistentes a la conducción.

Maletero

El maletero cuenta con 512 litros de capacidad. No es de los familiares offroad con un mayor maletero, pero es que, como decíamos al principio, el Subaru Outback prefieres seguir siendo fiel a su esencia: tener una buena altura libre al suelo… y el diferencial trasero, que ocupa un hueco importante pero que será el encargado de ofrecer tracción allí donde otros no llegan.

Bajo el piso del maletero puede contar con un espacio que suma algo más de capacidad (hasta 569 litros), pero que en el caso de nuestra unidad de pruebas, al contar con el outdoor pack se incluye una rueda de repuesto montada en una llanta de chapa.

Si uno opta por abatir los asientos (en configuración 60:40), mediante unos tiradores en ambos laterales del maletero se pueden llegar a alcanzar los 1.848 litros de capacidad. El espacio resultante es completamente plano y el borde del maletero queda casi a ras con él, por lo que resulta muy sencillo cargar enseres pesados. Cuenta tambien con lugares para fijar la carga y ganchos donde colgar bolsas.

Algo mejorable sería que contase con una red, que podría estar integrada en la bandeja enrollable, para separar el habitáculo del resto de la zona de carga. De este modo podría emplearse todo el espacio hasta el techo en el maletero, sin temor a que los objetos pudiesen pasar al habitáculo y golpeasen a algún pasajero. Sí nos gustó el portón eléctrico, que puede abrirse desde el mando de apertura manteniéndolo pulsado. Cuando llueve es una funcionalidad realmente útil (la altura de apertura es programable desde el interior). Y, como te contamos en su día, puedes colgar cosas del tirador del portón (hasta tres kg) sin problema alguno, así como subirte a las taloneras para cargar el coche al máximo si utilizas una baca.

Equipamiento y precios

El Subaru Outback 2015 puede elegirse en tres niveles de equipamiento. El básico es del Sport y ya cuenta con elementos como las llantas de aleación de 17 pulgadas, los faros de LED para las luces cortas, el freno de estacionamiento eléctrico, asientos delanteros calefactables o la cámara trasera de ayuda al aparcamiento.

Por encima se sitúa el Executive, que suma el sistema multimedia con navegador, pantalla táctil de 8 pulgadas y sistema Starlink, arranque y acceso inteligente, techo solar, portón trasero automático y cristales tintados. El más alto de gama, al que correspondía nuestra unidad, es el Executive Plus, que añade tapicería de cuero (negro o beige) y asiento del acompañante eléctrico.

Las versiones con cambio automático añaden también el interesante dispositivo de seguridad Subaru EyeSight. Gracias a dos cámaras (son una pareja para ganar profundidad de visión), situadas en la parte superior del parabrisas, el sistema es capaz de detectar la presencia de otros vehículos, peatones u objetos inmóviles. Con los datos que recoge, funcionan varios sistemas de seguridad que ayudan al conductor:

  • Frenada precolisión: El sistema no es muy invasivo, ya que avisa primero al conductor y, si éste no actúa, frena automáticamente para evitar el choque. Pude pribarlo en la presentación y doy fe de que funciona (en teoría, hasta 50 km/h).
  • Programador de velocidad activo: Se trata de un control de crucero muy eficaz, que funciona sin problema alguno manteniendo la velocidad entre 0 y 180 km/h. Detecta la presencia de otros vehículos y es realmente increíble lo bien que adecúa la velocidad, sin frenazos bruscos… y cuando inicias la maniobra de adelantemiento, también aumenta la velocidad de forma progresiva, sin un solo tirón.
  • Alerta por salida involuntaria de carril: Funciona a partir de 60 km/h. Puede desactivarse en un mando situado a la derecha del volante (si resulta molesto, que a veces se pasa de precavido).

¿El precio de nuestra unidad, con todo este equipamiento? Pues el precio recomendado por la marca es de 39.900 euros. Si uno decide prescindir de todo esto, el coche parte, con la misma mecánica diésel de 150 CV (de la que hablaremos en detalle en breve), de 32.900 euros. En coches.com puedes encontrar ofertas del Subaru Outback nuevo, de concesionarios oficiales de la marca, que rebajan el precio del mismo, en estos momentos, cerca de 3.000 euros. También te aconsejamos echar un ojo a nuestro comparador de seguros para dar con la pólizaque mejor se ajusta a tus necesidades.

Un precio elevado si lo comparamos con familiares del segmento D, pero a igualdad de potencia y equipamiento las cosas se van ajustando y el Subaru Outback cuenta con unas peculiariedades mecánicas que nadie más ofrece.

Mecánica

Nuestra unidad contaba con el motor más demandado, el bóxer diésel de 1.998 cc y 150 CV a 3.600 rpm, con un par motor de 350 Nm entre 1.600 y 2.800 rpm. Con el cambio manual tiene un consumo mixto homologado de 5,6 y si eliges el automático Linertronic (un CVT -ver tipos de cambio automático-) se eleva a los 6,1 litros a los 100 km. Durante nuestra prueba, de más de 1200 km recorridos en condiciones adversas, el consumo se quedó en 7,8 l/100 km, circulando a ritmos bastante altos.

En un motor bóxer los cilindros trabajan en horizontal. Eso consigue que sean motores más compactos y ligeros y se puedan ubicar más abajo, para bajar el centro de gravedad del vehiculo y mejorar el comportamiento dinámico. Otra ventaja es que tiene menos vibraciones y ruidos que otros menores y gasta menos combustible (en este caso, algo básico al contar con dos ejes motrices). Respecto a la anterior generación, también ha sido modificado para contaminar menos y se ha trabajado en aislar el vano motor. En marcha, una vez que el motor alcanza temperatura, es difícil saber que se trata de un diésel.

También fue mejorado en el restyling el cambio automático Lineartonic, más compacto y ligero que el  probado en la anterior generación. La nueva gestión electrónica ayuda a que sea más progresivo y con las levas, que pretenden emular las marchas de un manual, han mejorado… pero no ayuda a una conducción dinámica. Excelente si vamos ganando velocidad de modo gradual, eso sí.

Por supuesto, cuenta con el sistema de tracción integral Symmetrical All Wheel Drive. Las ruedas de ambos ejes siempre se mueven y en situaciones normales distribuyen un 60% del par al delantero y un  40% al trasero con el cambio Lineartronic.

Cuenta también con un control de tracción con función antivuelco y un control de estabilidad con control activo de par, que simula la acción de un diferencial de deslizamiento limitado a base de electrónica. Por último, el sistema X-Mode, la gran novedad que ya montaban otros coches como el Forester (aquí te contamos lo que era capaz de hacer). Modifica el funcionamiento del control de tracción (actuando en los frenos y el motor), para mejorar la capacidad para circular por superficies con poca adherencia, al tiempo que activa el control de descenso de pendientes.

Comportamiento

Disponemos de dos semanas para poner el Subaru Outback a prueba. En pleno invierno. Los primeros días toca moverse en entorno urbano. No es su lugar, aunque los sistemas de ayuda a la conducción son realmente eficaces al circular por las circunvalaciones de varios carriles. Estableces la velocidad máxima a la que quieres circular y el sistema Eyesight te hace la vida más tranquila. Distingue si el que cruza por delante de ti va a disminuir su velocidad o no y actúa en consecuencia, sin variaciones bruscas de velocidad. Es como conducir con otro par de ojos que lo ven todo.

Tampoco se lleva demasiado bien con las maniobras en lugares  angostos, como por ejemplo, mi garaje. Cierto es que la cámara de visión trasera ayuda, pero en este sentido, animo a la marca a que incluyen en la siguiente generación uno de esos sistemas que permiten visualizar el coche desde arriba, al combinar imágenes de varias cámaras. Ya no para esquivar columnas de garaje, sino también árboles.

Y es que, reconozcámoslo. Constreñir a un cocoche con el Outback, que lleva el nombre de uno de los lugares más solitarios del planeta es como pretender que un león sea feliz en un zoo. Así que, con el maletero cargado, tomamos la carretera para ir directos hacia el temporal que entraba por el Atlántico (que dejaría en Galicia tanta lluvia en dos días como los dos dos meses anteriores).

El Subaru Outback no tiene en absoluto nada que envidiar a ninguna berlina del segmento B en su aplomo en autovía. El confort es máximo. Aunque la rigidez del chasis ha aumentado, también loha hecho en la misma medida las vibraciones (un 53% menos) y el ruido respecto a la anterior generación. La dirección es suave y cómoda, pero sin llegar a tener la sensación de que flota en tus manos.

Limpiaparabrisas a máxima velocidad
Siguen a máxima velocidad

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He visto llover mucho. Muchas veces. Pero pocas como esta. Caía tanta agua en la carretera que llegó a anular el sistema Eyesight. Es capaz de leer la carretera y ver las ópticas de los coches de noche, incluso con algún banco de niebla, de esos que siempre hay en la zona del Duero. Pero tanta agua impidió al sistema ver con normalidad. Lo mejor… que el coche no se inmutaba. En estas situaciones (ver consejos de conducción con lluvia), con tanta agua en la carretera que al conducir cualquier coche notas de inmediato la sensación de perdida de control y levantas el pie, el Subaru Outback ni se inmutaba y respondía a cada giro del volante sin el mínimo error o pérdida de tracción.

La sensación de tener la situación controlada, incluso pasando esas balsas de agua, te hace querer probar el coche un poco más allá, en una carretera secundaria… en similares condiciones meteorológicas. Desde luego, no es un WRX STI (ver prueba), pues la configuración de suspensiones (mucho más blandas, pero con un buen grado de firmeza) y la tracción total es realmente sencillo enlazar curvas lentas, a pesar de ue ser un coche grande y pesado, a un ritmo alto sin sensación de peligro alguno.

La nueva puesta a punto del chasis, que ha ganado un 67% de rigidez, hace que sea más eficaz en estos vericuetos que el modelo de 2013. Como la dirección es más rápida y vibra menos también ayuda. Y el culmen de las mejoras los ponen los frenos. Ahora los discos son ventilados en todas las ruedas (antes solamente en el delantero).

A falta de nieve, qué mejor lugar que una pista forestal, por donde uno solo ve pasar tractores y 4×4 auténticos… y ni eso en unos días tan desapacibles, para acabar de poner en apuros a Subaru Outback y probar en mojado el X-Mode. Desde luego, el resultado fue cualquier cosa menos épico. Es pulsar el botón y el coche sube y baja sin problema pendientes pronunciadas por pistas totalmente embarradas sin tener que hacer absolutamente nada, ni contar con habilidades al volante especiales. Un seguro de vida este coche en condiciones adversas.

Veredicto coches.com

El nuevo Subaru Outback es ese amigo que quizá no llames a una fiesta porque no baila, ni liga, ni sabe contar chistes que te parte de risa… pero al que llamas cuando tienes un problema y te saca de él sin dudarlo… y sin hacer alardes de ello.

Se trata de un coche eficaz, cuyas últimas mejoras lo han hecho más apetecible, al contar con la calidad que un europeo espera de un coche de su precio… que si tenemos en cuenta su equipamiento y capacidades, no es tan exagerado. Cierto que no es para todos los públicos, pues para quienes no vayan a salir nunca del asfalto y no vivan en zonas donde la climatología se ponga realmente dura más de dos o tres días al año… un familiar con tracción a un eje es una solución más racional, al tener consumos más bajos.

Para los aventureros que odian esperar a que escampe, para los amantes de los deportes de invierno, para quienes buscan un coche amplio y versátil, que les lleve más allá de donde marcan los límites del asfalto de forma segura, este coche es una de las mejores opciones del mercado. Su configuración mecánica es única, pero poco a poco la gente va entendiendo sus bondades. Solamente así se explica que, en 2015, el año en que la marca esperaba vender 350 unidades en España, duplicando las del ejercicio anterior, vendiesen 503. Pocas, cierto, como corresponde a un coche que se sale de la norma, pero es precisamente eso lo que lo convierte en algo tan especial.

Subaru Outback 2.0 Diésel 150 CV
7.7Nota
Lo mejor
  • Tracción total permenente en condiciones adversas
  • Nivel de seguridad muy elevado
  • Amplitud del habitáculo y maletero, versatilidad
Lo peor
  • Consumos más elevados que otras tracciones totales (no exagerados)
  • Producto no apto para todos los públicos
  • Diseño exterior e interior algo sobrio
Diseño7.5
Habitabilidad8
Acabados7.5
Maletero8
Equipamiento7.5
Motor7.5
Comportamiento8
Calidad Precio7.5

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