La “submarca” (como ellos mismos la definen) del fabricante bávaro, denominada BMW i, es la encargada de mostrarnos como será, muy posiblemente, la movilidad del futuro. Siempre, claro está, que nos ciñamos a un ambiente premium y de deportividad, tan característico de la marca alemana.
En esta ocasión se nos ha facilitado toda la información sobre el tercer modelo de la gama: el BMW i8 Concept Spyder (tras los BMW i3 Concept y BMW i8 Concept Coupe). Y hemos de decir que nos gusta bastante el concepto, que si es así como los ingenieros germanos vislumbran los vehículos que conduciremos dentro de unos años… ¡que se den prisa en fabricarlos!
Se nos muestra un vehículo conceptual que aporta las más innovadoras tecnologías y materiales, con la finalidad de reducir al máximo el peso total del conjunto, sin menoscabo de la seguridad, para obtener la mayor autonomía posible y que podamos seguir pronunciando su conocido lema: ¿Te gusta conducir?.
No hemos de perder de vista que, como su propio nombre indica, estamos ante un Concept Car, pero que avanza muchas de las soluciones que sus futuros modelos emplearán. ¿Qué llegue a fabricarse como tal? Aún es pronto para decirlo…
Centrándonos en los datos que tenemos os podemos adelantar que para la construcción de este biplaza descapotable híbrido se ha empleado gran parte de lo ya mostrado, como no podía ser de otra forma, por su “hermano” el BMW i8 Concept Coupe, pero con ligeras modificaciones, por ejemplo, recortándose la distancia entre ejes, con lo que se obtiene una longitud total algo inferior.
El chasis está realizado en aluminio, sirviendo de base para elementos tales como el grupo motopropulsor, la estructura de seguridad o las suspensiones. Adicionalmente, en la zona central, se dispone una célula de fibra de carbono reforzada con plástico (técnica conocida por sus siglas, CFRP), encaminada a servir como compartimento para pasajeros y garantizar una mayor rigidez torsional (no olvidemos que se trata de un descapotable). Todo ello recubierto de un “envoltorio” de lo más futurista, digno de participar en cualquier “superproducción” de Hollywood.
El desarrollo de la carrocería presenta numerosos “aditamentos” fruto de un cuidadoso estudio en el túnel de viento y cuya principal finalidad es la de reducir al máximo el coeficiente de penetración aerodinámico, lo que conlleva una mayor eficiencia energética del conjunto. El uso de la más avanzada tecnología lumínica también tiene cabida en este modelo, con la utilización de proyectores láser (un 70% más eficientes, 1.000 veces más brillantes y 100 veces más pequeños que los compuestos por diodos LED). A pesar de tratarse de un “spyder”, si las inclemencias del tiempo así lo aconsejan, está disponible un techo abatible de doble sección, con el que poder circular con total tranquilidad en dichas circunstancias.
El diseño del habitáculo no le anda a la zaga y también presenta interesantes novedades. El puesto de conducción, además de sumamente ergonómico, reúne toda la instrumentación en diversas pantallas que muestran la información más relevante en 3D y que, por otro lado, son totalmente configurables bajo demanda del conductor. Por supuesto la conectividad es “condición sine qua non”, ofreciéndose numerosos servicios (algunos de ellos todavía por desarrollar) que interconectarán al vehículo con sus ocupantes y “el mundo exterior”. Por ejemplo dispondrá de un sistema de alerta por colisión mediante una cámara, de otro denominado Parking Assistant, o un localizador de atascos. También nos ayudará a encontrar el vehículo en un parking (CarFinder) o las estaciones de recarga más próximas que estén disponibles, para poder continuar nuestro viaje.
Pero, como suelen decir las “top-model”: lo importante está en el interior… El corazón de este híbrido enchufable, está compuesto por dos fuentes de energía que proporcionan la potencia necesaria para moverlo. Por un lado un motor eléctrico de 96 kW (131 CV) situado en el eje delantero y por otro un propulsor de gasolina de sólo tres cilindros, ayudado por un turbocompresor, que entrega nada menos que 223 CV de potencia. Cuando funcionan conjuntamente el resultado es espectacular, con una potencia total 354 CV (260 kW) y un par máximo de nada menos que 550 Nm. Gracias a ello la aceleración alcanza cifras muy notables, con un 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos y una velocidad máxima autolimitada a 250 km/h. Todo ello con un consumo medio ponderado que apenas supera los 3 litros de gasolina cada 100 kilómetros.
Las baterías de ion-litio están situadas en la zona central inferior del vehículo, de tal forma que contribuyen a rebajar lo máximo posible el centro de gravedad del vehículo, redundando en una mayor manejabilidad y dinamismo. Este hecho también favorece un reparto de pesos ideal (50/50) entre el eje delantero y trasero.
Estas baterías, además, pueden ser cargadas totalmente, en un enchufe doméstico, en menos de dos horas y permiten al BMW i8 Concept Spyder realizar algo más de 30 kilómetros, circulando en modo exclusivamente eléctrico.
Pero el motor eléctrico, no sólo sirve “de apoyo” al térmico en momentos puntuales, también recarga las baterías durante el trayecto de tal forma que pueda “extender” los repostajes notoriamente y contribuir de esta forma a mejorar su movilidad. Y, por si esto fuera poco, de forma inteligente, la potencia puede ser distribuida entre ambos ejes (trasero, delantero o a ambos simultáneamente) para un rendimiento óptimo en cada momento.
Por tanto la marca con sede en Múnich da rienda suelta a su imaginación para que nos sea algo más “soportable” la inevitable migración a otros conceptos de movilidad que llegarán más pronto que tarde.
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