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BMW Z8 2002 02
María Guzmán

BMW Z8, el pequeño cabrio que conquistó a Bond

Buscar un coche de segunda mano es una labro muy ardua. No caer en estafas ni errores es difícil, y a veces se producen quebraderos de cabeza, pero existen opciones para encontrar las mejores ofertas y vehículos de ocasión, de forma segura y fiable.

Una de ellas es BMW Premium Selection. La marca alemana no ha escatimado esfuerzos en poner al servicio de sus clientes la mejor garantía en coche segunda mano para encontrar el BMW que siempre quisiste, es un sello de calidad concedido únicamente a vehículos BMW que no superen el plazo de 5 años ni el kilometraje de 120.000 km. Los coches pasan una revisión exhaustiva, se revisan y se ponen a punto por dentro y por fuera. No consiguen el certificado de BMW Premium Selection hasta que no se encuentren en excelentes condiciones.

El protagonista de este artículo no cumple estas condiciones debido a su edad, pero su estado de conservación es tal que sin duda podría estar en esa lista de vehículos certificados. Hablamos del BMW Z8, uno de los mejores exponentes de la saga de roadsters Z que inició el BMW Z1.

El BMW Z8 fue uno de los proyectos más arriesgados de BMW. Se lanzó al mercado como un deportivo de marcado diseño reto y planteamiento muy deportivo. Fue presentado en el Salón de Tokio de 1997, cuando se empezó a conocer el primer vestigio el BMW Z07 Concept, un concepto que buscó llevar al presente de aquel momento el espíritu del BMW 507 original. Su éxito fue rotundo y entonces fue cuando la marca alemana comenzó a plantearse la creación de un deportivo que nada tendría que ver con los conocidos hasta aquel momento.

Coordinados por el gran Chris Bangle, su carrocería fue diseñada por Henrik Fisker, mientras que el interior del deportivo corrió a cargo de un segundo diseñador, Scotty Lemper, aunque gran parte de sus mandos y equipamientos fueron reciclados de otros modelos de la marca. Uno de sus elementos más característicos es su volante de aluminio de inspiración clásica.

El Z8 se construyó como un modelo clásico o al menos esa era la intención de BMW. La marca alemana buscó innovar y en el chasis desarrolló una célula tridimensional de aluminio para reforzar la plataforma del BMW E39 M5 de la que partía. Buscaba ofrecer a sus clientes una exclusividad nunca antes vista en el fabricante.

Su lanzamiento se produjo en el año 2000, con una edición limitada y con un equipo de fabricación específico que los realizaba casi de manera artesanal. En 2003 se cesó su producción tras 5.703 unidades ensambladas, de los cuales la mitad de ellas fueron a parar a EE.UU. Por cierto, 3.182 de los BMW Z8 fabricados era de color gris metalizado.

Si algo consiguió BMW con el Z8 fue fabricar un roadster casi sin rivales. Con poco más de 1.600 kilogramos gozaba de un impresionante motor 4.9 V8 de 400 CV y 500 Nm conectado al tren trasero mediante un cambio manual de seis relaciones. BMW Motorsport hizo que el Z8 fuese realmente rápido, pues para realizar el 0-100 km/h apenas necesitaba 4,7 segundos y podía volar a cielo abierto hasta los 250 km/h, limitado electrónicamente.

Dado el gran trabajo de BMW en el desarrollo del Z8, nunca se pensó en que Alpina trabajara en el roadster, pero en 2002 se estableció un acuerdo entre BMW y Alpina para que esta terminase de fabricar las unidades restantes del Z8, hablamos de un total de 555 unidades fabricadas bajo el sello Alpina.

El BMW Z8 ha sido y será uno de los coches más conocidos y admirados de la historia de BMW. Su diseño clásico y deportivo lo convirtieron en un reclamo para Universal Studios que junto con su fabricante sellaron un acuerdo para convertir al BMW Z8 en el coche de James Bond con Pierce Brosnan como protagonista. La película en concreto fue El mundo nunca es suficiente. Ver al coche en acción merece la pena, y pudimos verlo en la exposición Los próximos 100 años.

El BMW Z8 cuyas imágenes acompañan a este artículo se subastó a finales de enero de 2016 en Arizona, por 231.000 euros, y conserva su pintura plata metalizada y todo su equipamiento original, entre los que estaban todos los manuales, la caja que acompañaba a sus documentos, llaves y mandos de repuesto, e incluso un teléfono móvil BMW CPT 8000, un Motorola que en aquellos años se comercializaba junto al propio coche. Tener y conservar un BMW exclusivo, como ves, puede ser un negocio redondo.

Fuente: RM Sothebys´s
Galería de fotos: (por Nick Zabrecky, cortesía de RM Sotheby’s):

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