Cuando se trata de modificar modelos de Mercedes-Benz, pocos lo hacen mejor que Brabus. Si bien es conocida por construir versiones increíblemente absurdas de la firma de la estrella, el preparador alemán no solo se limita a las cosas de lujo: muchas de sus creaciones son más que capaces de afrontar terrenos inhóspitos, pero nada de lo que ha construido se acerca a ofrecer la capacidad y la emoción del Brabus 900 Crawler.
A primera vista, podría parecer un Mercedes Clase G modificado, pero se trata de una máquina totalmente personalizada que ni siquiera es legal en la vía pública. Ponte el cinturón y respira hondo, porque esto es una locura, incluso para Brabus. Para su 45 aniversario, la firma decidió construir el todoterreno de lujo definitivo. El 900 Crawler es el primer vehículo desarrollado internamente de la compañía y cuenta con un chasis y un marco tubular gestados desde cero, lo que sin duda condiciona sus prestaciones y rendimiento off-road.
El exterior presenta aspectos destacados, como la ausencia de las puertas o el parabrisas, unas placas protectoras bajo la carrocería, faros LED delante, detrás, y en el techo, y una rueda de repuesto montada en la zaga. En sí, la carrocería es completamente nueva, está hecha de fibra de carbono de alta calidad y se basa en un chasis de estructura de escalera hecho a medida, por lo que la masa en seco apenas roza la tonelada. Y al más puro estilo de Brabus, viene con aletas ensanchadas, un prominente capó y un alerón trasero tipo boy-racer.
El 900 Crawler se mueve por una unidad “Brabus Rocket 900”, que es esencialmente el bloque V8 biturbo usado en varias aplicaciones de Mercedes-AMG. Aunque de serie desplaza 4.0 litros Brabus lo ha ampliado hasta los 4.5 litros. También ha instalado pistones más fuertes, un par de turbocompresores más grandes y un cigüeñal reforzado. En total, entrega 900 CV y 1.250 Nm (aunque está limitado a 1.050 Nm), que se canaliza a las cuatro ruedas a través de una caja de cambios automática de nueve velocidades (la misma del G 63).
Un depósito de combustible de 100 litros y unas de bombas de combustible de alta presión mantienen alimentada a la bestia, mientras que el sistema de escape electrónico con bajantes de tres pulgadas hace que el 900 Crawler suene como si quisiera destruir a la raza humana. En lo que respecta a prestaciones puras y duras, Brabus cita una carrera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y una velocidad máxima de 160 km/h, limitada electrónicamente; no hace falta decir que hay que tenerlos bien puestos para ir más rápido sin siquiera lunas.
Otra característica llamativa del 900 Crawler es la enorme distancia al suelo, de 530 milímetros que es posible gracias a los ejes de pórtico, los amortiguadores ajustables, los puntales de aluminio hechos a medida y las ruedas de gran diámetro. Hablando de eso, las llantas forjadas Brabus Monoblock HD de 20 pulgadas están calzadas con neumáticos todoterreno Maxxis Razr de servicio pesado, incluida una rueda de repuesto. Los discos de freno miden 400 mm en la parte delantera y 370 mm en la trasera, como las ruedas de un urbanita.
En el interior, hay cuatro asientos individuales con carcasas de fibra de carbono tapizados en tela roja Silvertex, un material duradero originario de los barcos deportivos de Brabus Marin. A pesar de su naturaleza espartana, el Crawler viene con una cabina totalmente digital prestada por Mercedes y una pantalla táctil adicional de navegación GPS de 12 pulgadas, impermeable y resistente a altas temperaturas, montada en el lado del pasajero. Brabus ofrece cuatro cascos de fibra de carbono gratuitos y un sistema de comunicación bidireccional.
El Brabus 900 Crawler se producirá en un número limitado de 15 unidades con un precio deslumbrante de 891.310 euros si quieres que se vea como el ejemplar mostrado en pantalla.
Fuente: Brabus
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