Con las vigentes normativas que se vienen implantando estos últimos años, los coches eléctricos se encuentran inmersos en un constante evolución y progreso. Con ello, son muchas las investigaciones centradas en las baterías de estos autos.
Un proyecto de la Universidad de Córdoba ha descubierto el calcio como posible sustituto del litio. Desde los años 90, las baterías de litio han gozado de un importante éxito comercial. Los resultados de esta investigación señalan que el calcio cuenta con una notable capacidad para el funcionamiento de las baterías recargables.
El estudio explora las competencias de este material como posible componente de las baterías eléctricas. Marta Cabello, líder de este programa, afirma que la investigación necesita más tiempo. «Hemos dado un gran paso al comprobar que el calcio podría funcionar en una batería recargable, pero la recarga aún no es suficientemente eficiente».
La investigación «ha demostrado a nivel experimental y teórico la capacidad potencial del calcio». Este material, es más abundante que el litio, más seguro y podría suponer mayor capacidad para este tipo de baterías. Este trabajo supone una mayor comprensión de las reacciones entre los componentes de las baterías eléctricas.
Probablemente, los recursos minerales de litio no serán suficientes para el mercado de las baterías. Se prevé para 2040 un total de 60 millones de ventas de coches eléctricos. A esto, se le suma que el litio cuenta con componentes tóxicos para el medioambiente.
Al igual que este proyecto de la Universidad de Córdoba, son muchos los estudios centrados en contribuir en las baterías «post-litio», como podrían ser las de magnesio o sodio. Precisamente éste último, es el componente con el que más se ha avanzado en las exploraciones. Investigadores de la prestigiosa Universidad de Standford crearon una batería de sodio. Ésta ofrece un almacenamiento superior al litio y supondría una reducción de costes del 80%, concretamente 150$ por tonelada.
Fuente: Universidad de Córdoba