Es un rumor que se lleva escuchando desde hace tiempo y que finalmente se cumple. El límite de velocidad en carreteras secundarias pasa a ser de 90 km/h. Así ha sido aprobado por el Consejo de Ministros después de que la DGT presentara esta propuesta con la intención de reducir la siniestralidad. Porque estas carreteras convencionales son las que acumulan hasta el 77 % de las víctimas mortales en accidentes, generalmente causados por una salida de la vía sumado a un exceso de velocidad.
Bajo el mandato de Gregorio Serrano, la DGT ya había manifestado su intención de unificar el límite en las convencionales. Hasta ahora, en las vías con un arcén superior a los 1,5 metros la velocidad se podía circular hasta a 100 km/h, mientras que en caso contrario se quedaba en 90 km/h. También se guardaba la opción de recuperar el límite anterior si las condiciones eran buenas, algo que no ha nombrado Pere Navarro en su iniciativa.
Por lo tanto, nos queda que la reducción del límite de velocidad a 90 km/h afectará a unos 7.000 kilómetros de carreteras secundarias (menos del 5 % de la red). El cambio tendrá lugar a principios de 2019 y la DGT pretende cambiar todas las señales pertinentes poniéndoles pegatinas (como cuando se redujo temporalmente la velocidad en autovías y autopistas en 2011) y en el plazo de un mes. La fecha de entrada en vigor será el próximo 29 de enero. Las furgonetas, camiones y autobuses tendrán que circular a 80 km/h como máximo.
Los primeros cálculos dicen que con esta medida se podría reducir la mortalidad en un 10 %. En todo caso, habrá que esperar para comprobar si el límite de 90 km/h causa un efecto tan positivo como el que se espera. En todo caso, con esta medida España queda más cerca de otros países europeos que tienen el mismo límite en sus convencionales como Bélgica, Croacia, Italia o Portugal. Hay otro grupo importante con el límite a 80 km/h como es el caso de Francia, Países Bajos o Suiza.
Fuente: EFE