Será en el Salón de Frankfurt donde la firma de los chevrones presente el Citroën Cactus M, un prototipo que reinterpreta al C4 Cactus para convertirlo en un crossover descapotable, inspirándose en uno de los modelos más míticos de la marca, el Citroën Méhari de 1968.
Como aquel coche rebelde, el Citroën Cactus M tiene un enfoque más todocamino que el C4 Cactus (ver prueba), el compacto que se sale de lo corriente, fabricado en Villaverde (Madrid) y que está a punto de cumplir su primer año de vida. Si el modelo a la venta ya coquetea con los SUV, este prototipo acentúa estos rasgos gracias a una mayor altura libre al suelo y unos enormes pasos de rueda bajo los que vemos neumáticos Tall & Narrow, que agranda el diámetro al tiempo que reducen su anchura y con ello aumentan la altura de la carrocería.
La inspiración del Citroën Cactus M es el mundo del surf. Mide 4,16 metros de largo, 1,77 m de ancho y 1,48 m de altura y está desprovisto de techo y de montante de las ventanillas, por lo que goza de una apertura completa al exterior (y reduce sus posibilidades de llegar a producción). El arco de seguridad está cubierto con placas de madera, así como los montantes del parabrisas que recuerda las personalizaciones que hacen los fabricantes de tablas de surf. Sus llantas, recuerdan los motivos florales (imitando la ropa surfera) y el logo del montante aparece como una firma de la que podría ser la colección Freestyle según Citroën.
Hay detalles que lo emparentan con el Citroën Aircross Concept que la marca presentó hace unos meses. entre ellos, los bajos de los paragolpes delantero y trasero y los retrovisores. Pero no dejamos de ver al entrañable Mehari al tratarse de un coche totalmente abierto al exterior, con esas largas puertas, con los airbumps en el mismo color. Esta segunda piel de plástico TPU, que también se encuentra en los paragolpes, es capaz de resistir los golpes y arañazos cotidianos y es una de las señas de identidad del C4 Cactus.
En el apartado técnico, la marca nos indica que concepción monobloque en plástico moldeado le permite ser especialmente maniobrable disminuyendo al mismo tiempo el peso total del vehículo. Bajo el capó, un motor diésel PureTech 110, asociado a una caja automática, la S&S EAT6 permite que este prototipo anuncie consumo de 4,8 l/100 km en ciclo mixto y unas emisiones de 110 g/km de CO2.
El diseño interior del Citroën Cactus M (que imita a un barco, nos chiven desde la marca), se ha pensado 100% para el ocio. Realizado con materiales técnicos procedentes de las actividades al aire libre, pueden lavarse con una manguera, ya que el agua se avacuará por los sumideros en el piso. Los asientos están recubiertos de neopreno, por lo que se garantiza su estanqueidad.
Es descatable también la modularidad del Cactus M, pues puede transformarse en una cama. La capota del techo, sostenida por un sistema de inflado, puede utilizarse como tienda de campaña, además de para proteger el habitáculo en caso de lluvia.
No faltan elementos tecnológicos, como una tableta… ni prácticos, pues era parte de la esencia del propio Mehari. En las puertas delanteras se reserva espacio para dos grandes bolsas cerradas por una red. Y es posible fijar dos tablas de surf sobre los arcos, gracias a un sistemas de sujeción específico integrado en los mismos. Los equipos de estilo de Citroën han creado dos tablas de surf a juego con el Cactus M.
El Méhari de 1968, además de práctico, destacaba por su sencillez, que observamos en detalles de este prototipo como la apertura de las puertas con correas o el limpiaparabrisas central de un solo brazo. Sin duda, un toque de atrevimiento y de aire fresco que llamará la atención en Frankfurt.
Fuente: Citroën
Galería de fotos: