Muchos usuarios no contemplan comprarse un coche descapotable porque creen que su uso está más condicionado. Se suele decir que las épocas ideales para conducir sin capota son la primavera y el otoño (siempre que la lluvia lo permita), pues en verano puede hacer demasiado calor y en invierno demasiado frío. Aunque los fabricantes piensan en todo y la prueba fehaciente es la climatización del Porsche 911 Cabrio.
La versión descapotable del mítico deportivo también recibió la nueva generación 992 con todo tipo de novedades que lo mejoraban hasta niveles insospechados. Uno de los cambios sucedía en el sistema de aire acondicionado. Lo habitual es que el sensor de temperatura del habitáculo sea el que trabaje para tener el interior al gusto del usuario. Pero, en este caso, cuando se quita la capota el sistema de regulación desactiva paulatinamente este sensor y actúa el sistema de climatización procesando 350 señales (del interior y del exterior) cada medio segundo.