Vas por la calle y ves un coche aparcado. ¿Uno más? No. Sacas una tarjeta electrónica, la pasas por la luna delantera y las puertas se abren. No suena ninguna alarma ni viene la policía. Encuentras la llave, que está escondida, y arrancas el coche.
No es ciencia ficción. Así funciona ya RelayRides,un servicio de coches compartidos respaldado por inversores de Silicon Valley. Forma parte de una idea que va más alla de los coches, el consumo colaborativo: gente que comparte sus posesiones para ahorrarse los gastos. Y en los coches, que tienen tantos gastos extra (mantenimiento, aparcamiento, etc) podría funcionar a las mil maravillas (una participante de este sistema explica que ingresa 300 dólares al mes, lo que le permite pagar los 175 de su factura de aparcamiento, gracias a prestar su coche a desconocidos por 8 dólares la hora.
El sistema funciona de este modo: Los propietarios de coches miembros de RelayRides, instalan en sus vehículos un sistema de apertura de puertas que se activa con una tarjeta de radiofrecuencia que se entrega a los miembros. RealyRides se queda con un 35% de la tarifa de alquiler y se encarga de facturar, de los pagos y los seguros.
RelayRides es por ahora un experimento. Tienen 200 coches y operan en Boston y San Francisco (EE.UU.) Una gota de agua en el océano automovilístico de Estados Unidos. ¿Podrían estos servicios llevará a algunos urbanitas a renunciar a sus coches? Existen predicciones que aseguran que un 10% de la población urbana de Estados Unidos usará alguna forma de automóvil compartido en vez de uno personal en los próximos cuatro años. Su ventaja es que no tienen que invertir en comprar una flota de coches (frenta a empresas de alquiler por horas). ¿Problemas? Se pueden ver en su web: no hay control de los coches, que a veces están sucios o en mal estado.
No cabe duda de que sistemas como estos ahorrarían atascos y problemas de aparcamiento en las ciudades y permitiría una optimización del uso de los coches, que se pasan una gran parte de su vida parados.
Uno se imagina a los fabricantes tirándose de los pelos. Pues no. General Motors es accionista de RelayRides desde octubre y su apoyo les servirá para llegar a ocho ciudades más este año. Hay contrapartida, claro: GM quiere convertir esta tendencia en «un modelo de negocio favorabble». Por eso adaptará su servicio de comunicaciones, OnStar, para que pueda usarse para abrir y arrancar vehículos cuyos dueños quieran compartir.
Si ayer veíamos que los fabricantes copian a los móviles para diseñar vehículos más atractivos para los jóvenes, hoy vemos que también la telefonía móvil también tendrá cabida en este consumo colaborativo de coches. También en Estados Unidos la Administración Nacional de Carreteras acaba de adjudicar 1,7 millones de dólares (unos 1,32 millones de euros) a Getaround, para que investigue y expanda su negocio (ahora mismo en San Francisco y San Diego), que permite a los usuarios acceder a los coches de su red mediante una aplicación para el iPhone.
En julio habíamos hablado de SocialCar, una empresa que fomenta el alquiler de coches entre particulares. No es la única en este mercado. Movo Movo también ofrece una plataforma en Internet para que los propietarios de coches contacten con viajeros. Ya hay más de cien coches disponibles, con lo que sus dueños ingresan dinero para su mantenimiento.
La clave es establecer una comunicación que proporcione la confianza suficiente para alquilarse el coche por unos días. Hasta el momento más de 2.000 viajeros y más de cien propietarios se han dado de alta en MovoMovo, donde hay una gran variedad de modelos que se adaptan a todos los bolsillos y necesidades de transporte: desde los 5 € al día de un Nissan Micra en Barcelona hasta más de 150 € por un Audi TT en Madrid. Además de las grandes ciudades, también tienen vehículos disponibles en las islas Baleares y Canarias, además de otras pequeñas localidades. Porque la gran diferencia con Social Car es que el alquiler mínimo es de un día. Se tratade un servicio que intenta aprovechar el gran potencial turístico de España, para ofrecer vehículos a esos turistas. Además, intentan crear una especie de red social para establecer relaciones entre alquiladores y los usuarios más allá del préstamo del coche. Ya sabes. Si tienes un coche que utilizas poco, ya puedes ofrecerlo a quienes necesiten cubrir necesidades de movilidad.
Vía: RelayRides, MIT, Movomovo