No quedan ya demasiadas monarquías en Europa pero, como las meigas haberlas haylas. Lejos ya los tiempos de carrozas de caballos y séquitos interminables… ¿Cuáles son los coches de las familias reales? ¿En qué vehículos se mueven habitualmente y en ocasiones especiales? Vamos a verlo:
Corona española
El día en que Felipe VI se proclamaba rey, las redes sociales se incendiaron de comentarios acerca del coche con el que desfilaba por las calles de la capital. Se trataba de un Rolls Royce Phantom IV, del cual varios usuarios comentaban que fue un regalo personal de Hitler a Franco.
Más tarde, se puntualizó que en realidad fue un encargo de Franco en 1948 a la marca británica.
Un modelo exclusivo, únicamente producido bajo encargo de familias reales y jefes del Estado.
En 1952, los tres Rolls Royce que finalmente se encargaron, pasaron a formar parte de la Casa Real.
Hoy descansan bajo el techo del Real Sitio del Pardo y bajo el atento cuidado del equipo encargado de la conservación y el mantenimiento del Patrimonio Nacional.
Una imagen completamente diferente a la que capturaron los medios el día 6 de diciembre del año pasado. El rey Felipe y la Reina Letizia saludaban a las cámaras mientras el monarca conducía un Seat Alhambra gris para llevar a sus hijas a la escuela.
La Casa Real, venía de atravesar la mayor crisis de imagen de los últimos tiempos, algo que no ayudaba el hecho de que el primer ministro de los Emiratos Árabes regalase al rey emérito nada menos que dos Ferrari FF.
Se trataba de un obsequio en reconocimiento a la asistencia al mundial de F1 al que había asistido el rey Juan Carlos I.
Los dos coches, como propiedad del Estado, fueron sacados a subasta en 2015 sin demasiada suerte.
Este verano se procedió a volver a activar la subasta alcanzando finalmente la cifra de 443.842 euros para los dos vehículos.
Corona británica
Sólo hay una persona en todo el Reino Unido que de manera legal puede conducir sin permiso de conducción, ¿adivinas quién?
Efectivamente, la reina Isabel II.
Y es que a sus 91 años sigue demostrando al mundo que la jubilación es algo que ni se lo plantea.
Desde que aprendiese a conducir en el ejército en plena segunda Guerra Mundial, su afición por el motor no dejó de crecer. Hace pocos meses, los tabloides reflejaban en primera plana a su majestad conduciendo un Jaguar X-Type de camino a la Capilla Real de Todos los Santos en Windsor Park.
Una privilegiada campaña de comunicación para Jaguar, que junto a Land Rover gozan de la distición de proveedores oficiales de la Casa Real británica.
A los coches oficiales de la reina se unen varios Bentleys, Rolls-Royce, e incluso algún Aston Martin. Sin embargo, es de muchos conocidos que su coche favorito, no es otro que su Land Rover Defender del 2002. Un icono que también se ganó el cariño de otras personalidades como Marilyn Monroe, Sean Connery o Winston Churchill. Cuentan que de su paso por el ejército, la reina no tendría ningún problema a la hora de reparar su motor en caso de avería.
Carlos de Gales, fiel defensor de la causa ecológica, ordenó que se modificase su Aston Martin Volante DB6 con el fin de que funcionase a base de vino.
Corona noruega
Las limusinas no son de los modelos más conocidos por parte de Audi. Sin embargo si eres el rey de Noruega y se te antoja un Audi A8 L Extended de seis asientos individuales, la marca no te pondrá muchas trabas.
Eso sí, los 357.826 euros hay que pagarlos igual.
La preocupación por el medio ambiente ya es algo que no pueden dejar de escapar las familias reales.
Principado de Mónaco
El principado de Mónaco por su parte, apuesta por marcas como Tesla para transportar al príncipe Alberto en sus actos oficiales.
Los tiempos cambian, y con ello la movilidad, ¿veremos a los miembros de las familias reales yendo en metro o en bicicleta a sus actos oficiales?
Vía: 20 Minutos