El auge de los coches con etiqueta ECO y bajo coste de combustible ha hecho que los coches de GNC sean cada vez una alternativa más a tener en cuenta por muchos. A diferencia del GLP, su gran problema es que todavía no hay una red de estaciones de repostaje suficientemente desarrollada. Cuentan con un depósito de gasolina para paliar esta situación… pero entonces pierdes la ventaja de tener un combustible más barato.
¿Y limpio? Depende del origen del metano. Y lo mejor es que puede consegurise biometano a partir de residuos orgánicos. La producción no sería suficiente para todo el parque móvil de un país, pero es interesante ya que la reducción de emisioens alcanza el 80% y con ello se consigue, además, que haya menos residuos.
No se trata de teoría. Seat ha impulsado el proyecto Life Methamorphosis, que consiste básicamente en producir biometano con los desperdicios orgánicos. Este combustible renovable podría emplearse en cualquier vehículo que funcione a gas y esto son los cinco pasos del proceso:
1. Reciclar
Desde Seat nos ofrecen un dato: cada habitante de Barcelona (el dato podía extrapolarse a otra ciudad) genera 1,5 kilos de residuos diarios. Apenas un 40% se recicla. De conseguir aprovechar los residuos orgánicos d ela ciudad podría, según asegura Andrew Shepherd, ingeniero de Seat responsable del proyecto Methamorphosis, producirse biometano suficiente para mover 10.000 coches unos 15.000 kilómetros. En el EcoParc 2 de Barcelona se recoge la basura para producir el biometano. De contenedores marrones de residuos orgánicos y lo aprovechable de los contenedores grises.
2. Transformar
Esos residuos orgánicos se meten en unos digestores anaeróbicos de 26 metros de altura, cada uno con 4.500 metros cúbicos de capacidad. En su interior no hay oxígeno, por lo que empieza un proceso de descomposición que genera unos gases. En unos 30 días, se consigue biogás con un 65% de metano. Notiene la calidad suficiente para alimentar un motor TGI, por lo que hay que refinarlo.
¿Y los residuos sobrantes?, te preguntarás. Pues se emplean como fertilizante.
3. Refinar y comprimir
Esa mezcla de metano y dióxido de carbono, necesita refinarse para lograr un biometano de calidad que no dañe el automóvil. Después de eso, se comprime y almacena.
Para comprobar si el biometano es actible, ahora mismo la marca cuenta con tres Seat León y un Seat Arona funcionando con este biometano. Después de que rueden 30.000 km cada uno tocará comprobar si ha afectado a los motores.
4. Repostar
Repostar ese biometano es un proceso que dura exactamente lo mismo que cuando repostas en cualquier vehículo que funcione a gas. Se trata de un proceso que no dura más de tres minutos, como pudimos ver en nuestra prueba del Seat Ibiza TGI. «Puede inyectarse en la red general de gas. Químicamente tienen la misma composición, por lo que es válido utilizarlo tanto directamente como mezclado con gas convencional”, afirma Shepherd.
5. Rodar
El proyecto piloto de Methamorphosis genera biometano para alimentar los cuatro vehículos de la prueba, si bien el Ecoparc 2 tiene potencial de producir mucho más. Si se refinara todo el biogás del Ecoparc 2 a biometano, 3.750 SEAT León podrían dar la vuelta al mundo cada año. Pero lo mejor es que es un sistema que ayuda a la economía circular, reducir residuos y reduce gases de efecto invernadero, ya que su producción y uso genera un 80% menos de emisiones de CO2 que la gasolina.
Fuente: Seat
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