El IV Foro Nissan, que ha sido celebrado recientemente, se está convirtiendo en uno de los eventos de referencia en términos de movilidad sostenible. A esta cita han sido invitados un buen número de personalidades tanto de la marca japonesa como en el ámbito político, los principales actores que tienen algo que decir en la transformación que está sufriendo el sector. Como podéis esperar, la electricidad fue la principal protagonista en esta interesante jornada.
La jornada comenzaba con la gente comentando una noticia reciente. El Parlamento Europeo votado a favor de una reducción de emisiones de CO2 de un 20 % para 2025 y de un 40 % para 2030. Unos objetivos muy ambiciosos (y calificados de excesivos por algunos fabricante) que fueron explicados directamente por el Comisario de Acción por el Clima y Energía de la Comisión Europea, Miguel Arias Cañete.
Fue una de las ponencias más interesantes y se hizo hincapié en que queda mucho trabajo por hacer si se quieren lograr esos objetivos en el plazo para evitar las penalizaciones. Uno de los campos que más mejoras necesita es el de la infraestructura, actualmente contamos con 1.754 puntos de recarga y para estar a la altura en el marco de 2030 sería necesarios alrededor de 220.000 puntos públicos de recarga.
El comisario europeo cree que el sector del transporte tiene que reducir sus emisiones de forma inteligente y eficiente. Solo tiene sentido si la electricidad que se emplea viene de fuentes renovables, uno de los puntos que más preocupa al público general. La cifra de electrificación renovable tendría que estar al 80 % (el restante podría venir de nuclear y otras fuentes) para que se puedan cumplir los objetivos con garantías.
El IV Foro Nissan siguió con algunas intervenciones interesantes y algunas mesas de debate que ayudaron a sacar conclusiones. Una de las principales es que es necesario que todos los actores remen en una misma dirección y faciliten las cosas a los usuarios. Instituciones, empresas y medios tienen que empezar a trabajar juntos para mostrar las ventajas y desventajas de la movilidad eléctrica. Durante el evento se recogieron unas votaciones al respecto.
Otra intervención interesante que puso una dosis de realidad en este ámbito fue la de Francisco Carranza, director de Nissan Energy Services. El especialista en energía afirmaba que tenía que haber una profunda renovación de la red eléctrica, pues la actual no sería capaz de soportar la carga de los coches eléctricos que solicitan los objetivos europeos. Hizo especial además en el segundo uso de las baterías y en que los vehículos también pudieran aportar a la red eléctrica y al autoconsumo (si lo llegase a permite la legislación española).
Le siguió una mesa de debate institucional en la que personalidades de distintas comunidades autónomas explicaban sus propuestas para incentivar la movilidad eléctrica a corto plazo. Casi todos coincidían en la mejora de la red de recarga o la renovación de las flotas municipales. Aunque también se habló de la necesidad de invertir en la formación del usuario sobre las nuevas tecnologías y la movilidad sostenible con campañas informativas.
Mario Armero, Vicepresidente Ejecutivo de ANFAC, se mostraba práctico al decir que la transición no tiene que convertirse en una guerra de combustibles (como lo que ha ocurrido con el diésel). También recordaba la importancia de la industria para el país y lo presentaba como una oportunidad para ponernos a la cabeza como fabricante puntero. Se calcula un objetivo de fabricación de 500.000 coches eléctricos para 2030, cuando la cuota del mercado podría estar en torno al 30 %.
Marco Toro, Director General de Nissan España, repasaba algunos datos significativos que han sacado de un estudio de Transport and Environment. La movilidad eléctrica puede aportar un aumento del PIB español de 3.200 millones de euros en un escenario con el 50 % de coches electrificados. Arias Cañete había comentado la importancia de una transición ordenada para que algunos empleos pudieran adaptarse. Se cifraba en 12.000 la pérdida de puestos de trabajo relacionados con la combustión y se cifra en 23.000 puestos de trabajo los aportados por la movilidad eléctrica, siendo el balance positivo.
El eléctrico también tiene una ventaja económica para el usuario, por lo que la renta disponible de los ciudadanos podría crecer unos 2.000 euros de media. Para la industria ya hemos comentado que se podrían atraer inversiones productivas y para el medio ambiente se podría llegar a reducir las emisiones de CO2 en un 92 % y las de NOx un 89 % para 2050. A corto plazo queda la tarea pendiente de sacar un nuevo Plan Movalt (está aprobado con un presupuesto de 66 millones de euros) para ayudar al usuario a la compra de un coche eléctrico. No hay que olvidar que alrededor del 19 % de la población se ha planteado esa opción de compra.