A principios de este año, nos hacíamos eco de la noticia de que Michelin y GM se han unido para comercializar neumáticos sin aire en el mercado en 2024. Ahora, el proveedor y especialista en neumáticos Continental ha desarrollado un concepto innovador: neumáticos que pueden inflarse en movimiento. El susodicho ha sido bautizado como C.A.R.E. (Conectado. Autónomo. Fiable. Electrificado).
Cuando se trata de ahorro de combustible, la presión de los neumáticos es un gran factor a tener en cuenta y, a su vez, también un gran problema. De acuerdo con recientes estudios, un neumático desinflado en 0,5 bares puede resultar en una disminución del 2,8% en la economía de combustible. Las mismas fuentes sugieren, además, que más del 25% de los automóviles en la carretera tienen sus gomas infladas incorrectamente.
Para subsanar este condicionante tan delicado, el neumático C.A.R.E. de Continental puede controlar varios parámetros críticos. Cuenta con sensores que generan y evalúan continuamente datos sobre la profundidad de la banda de rodadura, posibles daños, temperatura y presión de los neumáticos. La información recopilada por estos sensores se transmite a ContiConnect Live, donde alguien puede controlar de forma remota el estado del neumático.
Este complejo sistema le permite a la llanta de Continental informar de datos críticos, así como monitorear la presión de la llanta para mantenerla dentro de los parámetros correctos. La compañía alemana defiende que está “estrechamente alineado con los requisitos de la conducción eléctrica y autónoma”, es decir, hacia donde el mundo de la automoción está evolucionando exponencialmente.
Continental también ha presentado un radar para peatones y ciclistas y un avanzado sistema de 48 V
Para regular la presión de los neumáticos, Continental utiliza una bomba centrífuga integrada en la rueda. Esta bomba utiliza la fuerza de giro de la rueda para aumentar la presión de aire del caucho y mantener el neumático dentro de las especificaciones de presión adecuadas. Continental cree que esta nueva tecnología de neumáticos conectados, denominada PressureProof, permitirá vehículos más eficientes que disminuyan las emisiones de CO2.
Una rueda como esta permitirá a las compañías eventualmente administrar flotas autónomas de vehículos donde un conductor no puede monitorear es estado de los neumáticos. Además, este nuevo concepto no solo ayudará a hacer que los coches sean más seguros, sino que también conducirá a un conjunto de vehículos más eficientes. Cualquier exceso de aire comprimido se almacena en un tanque integrado para ser insuflada en la cámara de ser necesario.
El fabricante de neumáticos no ha dicho cuándo y si dicha tecnología podría llegar a la línea de producción. Lo que sí dice es que dicha tecnología de neumáticos podría proporcionar una forma efectiva de gestión de neumáticos para las flotas modernas de taxis automatizados al aumentar el rendimiento y optimizar los costos. Sin embargo, ¿podrían estos neumáticos autoinflables ser el futuro para los coches normales, manejados por humanos?
Fuente: Contiental
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