Si hace unas cuantas semanas poníamos el grito en el cielo al conocer el Dodge Challenger SRT Hellcat y sus 707 CV de potencia, ahora llega el turno de conocer cómo le sentaría ese propulsor a la berlina de cuatro puertas convertida en muscle car ¿o era al revés? Con el Dodge Charger SRT Hellcat, la marca agranda sin duda la leyenda del Charger, una historia que comenzó en 1966 y que se extiende hasta nuestros días con este capítulo, que lo convierte en una de las berlinas más potentes del mundo.
Será en la primavera de 2015 cuano esta bestia empiece a rugir por las carreteras americanas. Bajo su capó se esconde el motor V8 de 6.2 litros HEMI, turboalimentado. El turbo puede llegar a trabajar a 110 bares de presión y el motor, pese a ser sobrealimentado, ha sido preparado para que pueda subir hasta las 13.000 rpm. Solamemnte así llega a rendir esos 707 CV de potencia y par motor de 880 Nm.
Las prestaciones de este sedán son propias de los mejores supoerdeportivos del mundo. Alcanza 328 km/h de velocidad máxima y es capaz de hacer el 1/4 de milla en 11 segundos exactos, como un Ferrari Enzo. Apenas tarda dos segundos más en hacer el 0-160-0 km/h. Y todo eso con capacidad para cinco pasajeros.
Algo así debería contar con un equipo de frenos a la altura. Los tiene, ya que el Dodge Charger SRT Hellcat monta los discos más grandes de todo el grupo Chrysler con los frenos más grandes jamás montados (390 mm de diámetro), mordidos por unas pinzas de freno Brembo de seis pistones. Se dejan ver bajo unas espectaculares llantas forjadas de 20 pulgadas que acogen neumáticos Pirelli P Zero de altas prestaciones con 275 mm de sección.
La potencia del V8 llega a las Pirelli traseras a través de una transmisión automática de ocho velocidades que tiene la difícil tarea de transmitir el par de 880 Nm al suelo. Cuenta con tres modos de actuación, una función Launch Control y una velocidad de cambio de marchas de 160 milisegundos.
Para el chasis se han adoptado amortiguadores adaptativos con tres programas de funcionamiento (Sport, Track y Normal), aunque el conductor puede seleccionar hasta cinco de forma individualizada (los dos adicionales son el Eco y el Individual). Los Drive Modes también pueden modificar la respuesta del control de tracción, velocidad del cambio, entrega de potencia, suspensión y se controlan a través de la pantalla central de la consola.
Cada uno de los paneles que conforman la impactante carrocería del Charger SRT Hellcat han sido sobredimensionada en prácticamente todos sus ángulos respecto al Charger convencional para mejorar la aerodinámica. Destacan las tres salidas de aire del capó, otras en las esquinas del paragolpes trasero (hay también un spoiler en la tapa del maletero, en esa misma zona) y la gran toma de aire del frontal.
Y para que no todo sea prestación pura, está equipado con un avanzadísimo sistema multimedia UConnect con pantalla táctil de 8,4 pulgadas (en el cuadro de relojes hay otra de 7) y punto de acceso wifi a bordo, asientos de cuero nappa y Alcantara y faros de led tanto delante como detrás.
También comparte una de las características más llamativas: tiene dos llaves, una roja y otra negra. Solo si utilizas la primera puedes tener todo el nivel de prestaciones. Con la segunda el régimen del motor se limita a 4.000 vueltas y se activa el modo Street, que lo convierte en un modelo más utilizable en el día a día. La caja de cambios tiene un funcionamiento menos deportivo, el sistema ESC trabaja con normalidad y no puede ser desactivado y, por último, las levas de detrás del volante quedan totalmente desactivadas.
Fuente: Dodge
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