A más de un conductor le habrá molestado por tener que colocarlos una y otra vez. Además de esta particular incomodidad, el tema del punto ciego supone una importante barrera en la seguridad vial, sobre todo porque incrementa el riesgo de accidentes, especialmente en los motoristas que pueden quedar ocultos facilmente en esa zona.
Los retrovisores han dado mucho que pensar a los diseñadores de coches y por ello hay diseños para todos los gusto desde unos con ópticas progresivas hasta los que se colocan solos. La última tendencia es retirarlos por completo y sustituirlos por cámaras y pantallas en el interior del vehículo. Ya se habían planteado otras veces pero ahora se pueden llevar a cabo en el país del sol naciente gracias a una nueva ley promulgada por el ministro japonés, siguiendo las recomendaciones surgidas del Foro de las Naciones Unidas sobre la armonización de la legislaciones sobre vehículos. A partir de esta nueva regulación, los coches sin retrovisores ya pueden circular por las vías niponas.
Varias marcas han mostrado interés en estos nuevos diseños sin espejos. Entre ellas están BMW, Mercedes con su camión autónomo, o Nissan. Estos últimos son los señalados para ofrecer el primer vehículo de retrovisor con cámara en Japón, aunque aún no se han confirmado los detalles de la marca distribuidora. Ya en 2014, la empresa mostraba un retrovisor frontal convertible en pantalla de la cámara trasera. De esta manera, se evitan obstáculos visuales como los ocupantes del asiento trasero o el cristal. Además, la imagen capturada permite una mejor visibilidad y reduce el ángulo muerto mencionado.
Este es solo el inicio de la sustitución de los retrovisores y el objetivo es reemplazar todos ellos con el fin de mejorar la visibilidad en carretera y la comodidad del conductor. Un confort al que tocará adaptarse en un futuro y por el que el gobierno japonés se ha convertido en pionero al adaptar la ley a esta nueva modalidad.
Un ejemplo del coche definitivo, donde desaparece el espejo íntegramente, es el BMW i8 Mirrorless, previsto para el año 2019,en el que todos los retrovisores han sido sustituidos por cámaras. En su lugar, existirían una sola pantalla, de 300 mm de ancho por 75 mm de alto, que aunaría las tres imágenes y se situaría en la parte que ahora ocupa el retrovisor interior.
Cabe platear la viabilidad de estos instrumentos en el caso de baja batería o problemas en los circuitos eléctricos así como la dificultad del cristal empañado aunque el diseño, de momento, convence. Por ahora, para los que nos quedamos con el coche tradicional, toca seguir recolocando los retrovisores eficientemente diariamente.
Fuentes: Pistonudos, Japan Times