La NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) es parte del Departamento de Transporte de los Estados Unidos. Fundada en 1970, se dedica a la seguridad vial y sigue vigente en la actualidad. De hecho, acaba de aprobar un nuevo estándar de seguridad que afecta tanto a coches híbridos como a modelos completamente eléctricos. Ha llegado la hora de que estos vehículos hagan ruido.
La norma se aplica cuando circulen a una velocidad inferior a 30 km/h, ya sea hacia adelante o marcha atrás. Cuando superen esa marca, no será necesario, dado que el sonido del viento y las ruedas cumplen esa función. Los fabricantes deberán empezar a aplicar esta medida en los nuevos eléctricos e híbridos que creen de aquí en adelante. La fecha tope para adherirse al nuevo estándar de seguridad es el 1 de septiembre de 2019, aunque esperan que un año antes ya lo cumplan al menos la mitad de los vehículos fabricados.
La iniciativa ha recibido el nombre de Quiet Car. «Es una herramienta de sentido común para ayudar a los peatones – especialmente los que son ciegos o tienen problemas de visión – a tener mayor seguridad. Con el aumento del número de muertes de peatones, es de vital importancia reaccionar para proteger a los usuarios más vulnerables» dice Mark Rosekind, administrador de la NHTSA.
Por su parte, la Federación Nacional de Ciegos de Estados Unidos ya ha mostrado su conformidad con Quiet Car, celebrando las nuevas medidas de protección. Lo cierto es que la medida tiene mucha lógica. Se espera evitar 2.400 accidentes y salvar 32 vidas por año con este nuevo estándar de seguridad. En una época en la que nos distraemos demasiado mientras paseamos o conducimos, es de agradecer el esfuerzo en proteger al peatón. Quedará por ver si se aplciará algún estándar similar en Europa.