Desde hace tiempo venimos hablando de que España está a la cola de Europa en cuanto a ventas de eléctricos. Siendo uno de los productores de mayor tamaño y también un mercado importante por volumen, este tipo de tecnología no está avanzando al nivel deseado. Los motivos principales son la falta de infraestructura y también el elevado precio de estos vehículos. Eso se ha demostrado que está directamente relacionado con el poder adquisitivo de la gente, pues tienen menor aceptación en los países con rentas más bajas.
Eso ha quedado reflejado en el último estudio de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA), que afirma que el precio de los coches eléctricos sigue siendo una barrera importante para los consumidores europeos. Muchos directamente no pueden planteárselo y las cifras son bastante engañosas. A nivel europeo vemos que las ventas de vehículos electrificados (eléctricos + híbridos enchufables) representan el 21,6 %. Sin embargo, en más de la mitad de los países su cuota es del 9 % o está por debajo de esa cifra.
Es el caso de España y también de otros de las zonas del centro, del este y del sur de Europa, como por ejemplo, Grecia, Italia, Polonia o Croacia. En algunas de estas zonas, la renta media anual está por debajo de los 13.000 euros netos, lo que imposibilita adquirir un vehículo que suele estar por encima de los 40.000 euros. Si nos centramos en el ámbito nacional, aquí la penetración de electrificados es del 9,6 % y tenemos unos ingresos medios de 21.669 euros. El contraste lo ponen los países del norte y del oeste de Europa, donde el poder adquisitivo juega un papel fundamental.
Allí, las ventas de electrificados superan el 30 %, algunos incluso muy por encima. En Suecia se llega al 56,1 % gracias a que sus ingresos están en los 35.486 euros de media. Lo mismo ocurre en Dinamarca, Finlandia o Países Bajos. Queda claro que en Europa se está abriendo una brecha en cuanto a electrificación y el acceso a la infraestructura de carga solamente está ayudando a que se haga más grande. Desde ACEA creen que son necesarios más incentivos a la compra y acelerar la instalación de puntos de recarga para que la transición sea equitativa en toda Europa.
Fuente: ACEA