Ya sea por el precio del combustible, el seguro, unas nuevas ruedas o por querer una serie de piezas específicas y personalizadas en el coche, cada dos por tres siempre hay alguien que se burla del hecho de tener un coche en propiedad. Sí, es divertido ver bromas jocosas de lo caro que resulta tener un coche operativo y bien mantenido, pero eso no te debería de incitar para abandonar la pasión que sientes hacia él.
Para ser justos, los coches pueden ser un pasatiempo costoso, y si participas con ellos en las pistas de carreras puede hacer que las cosas sean extremadamente costosas. Lo mismo ocurre con los “coches proyecto”, que pueden afectar enormemente a las personas. La cuestión, sin embargo, es que es algo normal que los coches sean caros y que no sea asequible para todo el mundo hacer ciertas cosas con sus respectivos compañeros de viaje con cuatro ruedas.
El problema es que las personas han llevado las cosas un poco demasiado lejos en Internet, ya que ese es un lugar donde los memes ocupan el primer lugar, y han hecho que parezca normal estar en una situación financiera difícil motivada por los coches. Ahora bien, si bien es cierto que muchas personas han tenido dificultades financieras por tener un vehículo que realmente no pueden pagar, no es seguro decir que sea una buena idea glorificar este comportamiento.
Específicamente nos referimos a esos comentarios que se burlan de descuidar a tu familia, a tu pareja o a la estabilidad financiera general de alguien debido al coche. Porque un adolescente que aún vive con sus padres, pero tiene un trabajo, debería ser libre de gastar lo que quiera en su afición por los coches, al igual que alguien que gana al menos seis cifras al año. Aquellos que se encuentran entre estas situaciones deberían considerar, al menos, una leve moderación.
Si te sientes parte de ese mundo de frikis del motor, seguramente sabrás lo que es coger todos los ahorros y ganancias para comprarte un coche. Para algunos, en su primer coche han tenido la suerte de vivir con sus padres, y contaban con el plus del sueldo un trabajo precario. Pero con el paso del tiempo, hay que trabajar más duro y ahorrar más para poder comprar mejores coches y subsistir como una persona independiente, con tu casa y su hipoteca, y demás gastos.
Pero eso no ayuda cuando el precio del combustible sube, ni cuando tienes que arreglar cosas en tu querida montura. En ese momento, tienes que arreglártelas con lo que tienes, lo que de forma inevitable significaba reducir los gastos al mínimo solo para poder reparar un coche o una motocicleta y mantenerlos en funcionamiento. No hablamos de querer hacerle mejoras o personalizarlo a tu gusto, sino de, simplemente, tener un vehículo que sea seguro y funcional.
Si bien es admirable burlarse de una situación difícil (siempre calificado desde el punto de vista del humor), realmente desconocemos cuántas personas que están en un momento delicado pueden tomarse el tiempo y hacer un chascarrillo sobre qué tan bueno puede ser tomar malas decisiones con respecto a los vehículos. O, al menos, intentar que parezca algo genial. Pero eso es algo que solo se mitiga con malas decisiones y varias leches contra la pared. Así se madura.
A través de esa experiencia, son muchos los que deberían pensar mucho sobre a qué están renunciando cuando deciden gastar todo lo que tienen en un coche o una motocicleta, sobre todo los más jóvenes. Hay ciertas experiencias que solo funcionan correctamente cuando eres joven, cuando deberías disfrutarlas en lugar de gastar todo lo que tienen en el coche solo para verse bien en las redes sociales; porque, lo importante, es que lo disfrutes tú como su dueño.
Seamos realistas aquí y aceptemos el hecho de que colocar algunas piezas no es “construir”, y que puede que ni siquiera sea una idea original. O, si estás en eso, ¿tal vez dejar de quejarse a través de memes? Ahora, no estamos defendiendo ir de discotecas y beberse el dinero en lugar de meterlo en repuestos para el coche. Solo sugerimos pensar las cosas detenidamente en lugar de apresurarse a gastar el dinero en cosas como ruedas enormes solo por apariencia.
Lo mismo ocurre con la instalación de un kit de turbocompresor en un compacto de 20 años en el que apenas puedes permitirte el lujo de llenar el depósito. Si decides hacer esto, tal vez no es plan de quejarse de quedarse sin dinero para nada más. Hay muchas trampas financieras en este mundo, pero pensar bien cuando se toman decisiones que te afectan por más de un par de días vale más que la satisfacción de unos pocos “me gusta” en una publicación online.
Como se solía decir hace unos años, pero que todavía se aplica hoy en día, “ser apreciado no paga facturas ni te da de comer”.