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Ferrari 275S-340 America Barchetta 1950 12
Luis Ramos Penabad

Ferrari 275 Barchetta, el amor de un niño de 12 años

En los albores de la marca de coches más famosa del mundo, Enzo Ferrari y sus ingenieros en Maranello se dedicaban a fabricar fabulosos coches de carreras. Uno de los primeros modelos en llevar la mítica insignia del cavallino rampante fue el Ferrari 275 Barchetta, del que apenas se construyeron dos unidades y ayudó de manera significativa a que el entonces floreciente fabricante italiano empezase a forjar su leyenda.

Esta unidad en concreto fue construida en 1950 y sus sinuosas líneas, creadas por Carrozzeria Touring, escondían un potente motor V12 de 3,3 litros. Ferrari invitó a Maranello a Alberto Ascari y Luigi Villoresi, los pilotos de fábrica para competir ese año en la Mille Miglia, a probar los nuevos 275, unos días antes de la carrera… pero fue en vano. En la prueba se repitieron los problemas en el eje trasero que habían detectado y se retiraron. Cuentan que el enfado del temperamental Enzo fue de los que hicieron época.

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Tras el fracaso en la Mille Miglia, el Ferrari 275 Barchetta con número de chasis 0030 MT volvió a Maranello, donde se le montó un nuevo propulsor, un V12 Lampredi 4.1 litros 340 América procedente de uno de los coches de Fórmula 1 de Ferrari. El nuevo bólido compitió con la Scuderia Marzotto en una serie de eventos, incluyendo la la Mille Miglia en 1951 y 1952, así como la Targa Florio en 1951.

En 1958, la tecnología del automóvil había avanzado mucho y el Ferrari ya no era competitiva en competición… si bien todavía era un coche muy divertido de conducir. Fue entonces, ya con una nueva carrocería hecha a mano por Carrozzeria Scaglietti, cuando fue comprado por el militar estadounidense Carroll Mills, por una pequeña cantidad de dinero en efectivo más su Maserati. Guardó el coche en Nueva York, antes de mudarse a su casa rural en Vermont rural en algún momento antes de 1961.

El descubrimiento

Peter Markowski era un vecino de Mills en West Rutland, Vermont. Apenas tenía 12 años cunado le comentaron que un señor mayor que vivía cerca tenía un granero lleno de coches antiguos. Ni corto ni perezoso, cogió el tractor y fue a echar un vistazo para comprobar si era cierto. Vaya si lo era. Allí se conservaban un Alfa Romeo 6C 2500, un Austin Healey 100-6, varios Packards… y este Ferrari 275 Barchetta que lo cautivó.

Tanto, que se hizo amigo de los Mills, que acabaron por aceptar vendérselo por 500 dólares a cambio de que pusiese a andar a otros coches que guardaban. Tres años después, Mills había conseguido que los Packard funcionasen y, con apenas 15 años, Peter Markowski ya era dueño de un Ferrari.

Conseguir que funcionase el Ferrari 275 Barchetta era harina de otro costal. Pensó en cambiar el complicado motor Lampredi por un V8 americano, pero Richard Cardozo, que entonces se encontraba restaurando un Ferrari 250 GTO, le convenció de que no lo hiciera, pues era una parte importante de la historia del automóvil. ¿Pero cómo conseguir piezas? Markowski llegó a un acuerdo con Luigi Chinetti para ordenar y catalogar su almacén y, a cambio, podría tomar las piezas que necesitaba para su coche.

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El bueno de Peter no las encontró, así que tuvo que fabricarlas por sí mismo. Esa reconstrucción le hizo entender el coche mejor incluso que sus creadores, además de perferccionar sus habilidades mecánicas tanto que le llamaban para reparar otors Ferraris durante ese tiempo. Por fin, con 21 años, Markowski consiguió que el coche corriese de nuevo.

Mantuvo el Ferrari 275 Barchetta número de chasis 0030 MT durante 40 años y en ese tiempo recorrió con él «más de 110.000 millas (175.000 km). Fuimos en coche en California, Ohio, Florida condujimos por todo el país!». También lelgó a competir con él, además de mantenerlo y repararlo cuando fuese necesario, fabricando o adaptado piezas de otros Ferrari para que siguiese en marcha. Su fama fue creciendo y montó su propio negocio de restauración de coches, al tiempo que mostraba su coche en concursos de elegancia por todo el país.

Fue en 1999 cuando Peter Markowski vendió su amado Ferrari en 1999 a un coleccionista americano, que lo vendió en 2003 a Michael Willms, alemán,que pudo competir con él en la Mille Miglia 2005, 55 años después de que volase por las mismas carreteras italianas.

Si nos hemos recreado en la historia de del fabuloso Ferrari 275 Barchetta de Peter Markowski es porque fue cambió de manos en la subasta de Peeble Beach el mes pasado. Su estado es fabuloso y de ahí que fuese vendido por un precio elevado, 7.975.000 dólares… pero muchos esperaban que superase los diez millones de dólares.

¿Demasiado? Si tenemos en cuenta su importancia histórica, no nos lo parece. Sobre todo por el motor V12 Lampredi que lo acerca a la Fórmula 1 y que produce un sonido espectacular, que Markowski define como nadie: «El sonido es como ninguna otra cosa; mágico. Simplemente canta la canción más increíble… es una delicia». Como no tendremos la oportunidad de girar la llave del encendido y pulsar el boton de arranque, nos queda la oportunidad de disfrutarlo en vídeo y en una estupenda galería de fotos:

Fuente: RM Sothebys
Galería de fotos (Darin Schnabel, cortesía de RM Sothebys)

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