Como titular en la vorágine de despedidas de motores V8, de nuevos players eléctricos y SUV de todos los colores y sabores no me digáis que no es esperanzador leer que la marca americana ha registrado en Europa la marca RS200. El nombre del legendario coche grupo B de Ford aparece en el listado reciente de nombres registrados en la oficina de propiedad intelectual de la unión europea y quieras o no, es un pequeño subidón de emoción por saber que tiene pensado Ford en los próximos años.
Igual esto se queda precisamente en un titular y no trasciende, pero con la emoción del momento, vamos a hacer nuestras cábalas y a recordar con buenas fotos lo especial que fue este modelo, ¿os parece?
Rumores
Cada vez que un fabricante registra una nomenclatura puede deberse a varios factores que van desde el lanzamiento de una gama o un equipamiento, este sería el paso más lógico antes de pensar en que Ford nos presente algún modelo vitaminado del Ford Focus (por ejemplo) llamado RS200, cosa que con tanta electrificación sabemos que es inviable, fijaos lo contentos que estábamos con los modelos i20N de Hyundai y lo poco que tardaron en retirarlos de producción y por supuesto, del Fiesta y Fiesta ST que ya están agotando las unidades de stock.
Lo más probable es que Ford haya registrado en Europa la marca RS200 por el propio valor que tiene el nombre como marca. Esto es una patente del nombre para consolidar el legado y evitar que otra marca o fabricante pueda utilizar el nombre para su propio beneficio legal, y decimos legal por que RS200 y Ford van de la mano y no concebimos un BMW RS200 o un VW RS200, nos choca, pero es un paso firme para Ford el mantener la denominación bajo sus dominios.
El Ford RS200, un modelo para la historia
El Ford RS200 surgió de la era dorada del Grupo B del Campeonato Mundial de Rally en la década de 1980. Fue diseñado para competir en este exigente grupo de rallyes y el RS200 fue un coche que destacó por su rendimiento, su tecnología y su grandísimo aporte al diseño industrial. El desarrollo del Ford RS200 comenzó en 1983 como respuesta a las nuevas regulaciones del Grupo B del Campeonato Mundial de Rally. Ford, buscando competir en este escenario altamente competitivo, se asoció con el especialista en automovilismo británico, Roush Racing, y el diseñador de automóviles Ghia, para crear un vehículo radicalmente nuevo que cumpliera con las exigentes normativas del Grupo B.
El RS200 se construyó sobre una plataforma de chasis monocasco de fibra de vidrio, con un diseño aerodinámico y una estructura ligera que lo convertían en un competidor formidable en los rallyes de tierra y asfalto. Su diseño distintivo como decimos fue obra del diseñador Ghia que apostó por combinar líneas agresivas con detalles funcionales para maximizar el rendimiento en pista.
Tecnología y motor
Una de las características más destacadas del Ford RS200 fue su sistema de tracción a las cuatro ruedas, una novedad en aquel momento. Este sistema, combinado con un motor turboalimentado de 1.8 litros y cuatro cilindros en línea que aportaba potencia y control en una variedad de condiciones de conducción. Además, el RS200 incorporaba tecnología avanzada de suspensión y manejo, con ajustes personalizables que permitían a los pilotos adaptarse a las cambiantes demandas de los diferentes tramos de rally. Volviendo al punto del motor, este generador de potencia bruta se desarrolló para el modelo RS 1700T que pasaría a llamarse Cosworth BDT, este se ubicaba en posición trasera longitudinal aportando los 1.8L de cubicaje, 16 válvulas y turbocompresor Garrett. Inicialmente, rendía entre 250 y 300 CV de potencia para la versión de calle y entre 380 y 450 CV en su desarrollo de competición. La transmisión se diseño de tal forma que la caja de cambios se montaba en la parte delantera del coche lo que le aportó un reparto de pesos más equilibrado y un centro de gravedad más bajo de lo común en el segmento.
Sobre la tracción total tenemos que decir que tenía un componente bastante tecnológico ya que contaba con tres diferenciales viscosos de deslizamiento limitado que el propio piloto podría desconectar desde el habitáculo, pudiendo regular la entrega de par desde el 37-63% de configuración inicial (delante – detrás) hasta dejarlo en un perfecto 50-50% si era necesario. Por último, el desarrollo de la suspensión de trapecios de doble amortiguador y muelles helicoidales en cada rueda ayudó a que el RS200 fuese el coche más equilibrado del grupo B del momento.
Su papel en competición
La breve pero intensa incursión del RS200 en el Campeonato Mundial de Rally se inició en 1985, cuando Malcolm Wilson aseguró una victoria en el Campeonato Británico de Rally. Sin embargo, su homologación oficial dentro del Grupo B, bajo el número B-280, no se materializó hasta febrero de 1986. Esto significó que el RS200 se perdió el Rally de Monte Carlo, haciendo su debut en el Rally de Suecia ese mismo año, con Ford inscribiendo dos unidades para las parejas de Kalle Gründel – Benny Melander, quienes alcanzaron la tercera posición, y Stig Blomqvist – Bruno Berglund, quienes lamentablemente tuvieron que retirarse después de varios accidentes.
Esta tercera posición en el Rally de Suecia se convirtió en el mejor resultado del RS200 en el Campeonato Mundial durante toda su vida competitiva. Sin embargo, la tragedia golpeó en Portugal, cuando el piloto Joaquim Santos se salió en una curva y chocó contra el público, resultando en varias víctimas. En el Rally Acrópolis, ambos autos se retiraron debido a fallos mecánicos mientras Gründel lideraba la carrera y Blomqvist estaba en tercera posición. En el Rally RAC, Gründel logró alcanzar el quinto puesto. El desafortunado accidente de Henri Toivonen a bordo de un Delta S4 en el Rally de Córcega de 1986, junto con la tragedia de Santos en Portugal, llevó a la FIA a reconsiderar la seguridad de los vehículos del Grupo B en las estrechas carreteras utilizadas en los rallyes.
Como resultado, y a pesar de la oposición de las marcas que habían invertido fuertemente en el desarrollo de estos automóviles, la FIA tomó la decisión unilateral de cancelar la participación del Grupo B para la temporada 1987. Siguiendo el ejemplo de otras marcas, el Ford RS200 encontró un nuevo hogar en los campeonatos nacionales de rally de tierra y en las pistas de Rallycross, donde cosechó numerosas victorias y demostró su formidable rendimiento una vez más.
Un campeón legado al coleccionismo
Aunque su participación en el Campeonato Mundial de Rally fue truncada por la cancelación del Grupo B, el espíritu del Ford RS200 continuó su marcha en el mundo del automovilismo. Una versión evolucionada del RS200, conocida como RS200 Evolution, emergió para seguir desafiando los estándares con una nueva apuesta de rendimiento. Esta nueva versión estaba equipada con nuevas mejoras aerodinámicas, mecánicas y de potencia, el RS200 Evolution demostró ser aún más formidable en las pistas de rally y rallycross, manteniendo viva la pasión por la velocidad y la competición.
Sea cual fuere la versión, el RS200 fue sinónimo de diseño distintivo, su tecnología innovadora y rendimiento, tres factores lo han convertido en un objeto de deseo para coleccionistas y entusiastas de los rallyes en todo el mundo. Hoy en día, los ejemplares restantes del Ford RS200 son altamente valorados y buscados por coleccionistas, con precios que reflejan su estatus como un ícono del automovilismo de los años 80 y que pueden alcanzar los 180.000 euros según su estado.
Fuente: EUIPO, Wheelsage y blogs de competición
Galería al completo para el recuerdo:
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