Hace unas semanas publicábamos la prueba de un modelo mítico y lo hacíamos en un momento agridulce. Esa misma semana se anunciaba que el Ford Fiesta, probablemente el más carismático de los utilitarios del segmento B, se dejaría de producir en junio de 2023. Una despedida amarga después de casi cinco décadas en el mercado y tras haber vendido más de 18 millones de unidades a nivel mundial. El motivo es que la marca del óvalo va a apostar por la moda, con un SUV altamente electrificado como es el próximo Puma eléctrico.
Como decíamos, una noticia que no gustó a los seguidores más acérrimos de la marca, pero que nos deja con buenas oportunidades. Y es que nos hemos planteado si es buen momento para comprar un Ford Fiesta ahora que lo retiran. Porque, a pesar de las modas actuales, no todo el mundo necesita o quiere un SUV y tampoco está preparado para una completa electrificación. Además, el pequeño urbano tiene muchos puntos positivos que pueden decantar la balanza a su favor.
El primero viene a nivel estético, pues el Fiesta mantiene un diseño reconocible y acertado que convence al gran público desde hace años. Lo cierto es que la evolución de su interior es ligera y no se muestra como un coche tan tecnológico como alguno de sus principales rivales. A pesar de ello, tiene todo lo necesario y también presenta la ventaja de la simplicidad y facilidad de uso. El espacio no es lo más destacado de este modelo, aunque tampoco se queda demasiado atrás. El maletero, con 311 litros, sí que está notablemente por debajo de la media.
Quien elija comprarse un Ford Fiesta también se llevará como valor añadido un comportamiento dinámico sobresaliente. Es un coche ligero que destaca por lo bien que se mueve en la mayoría de terrenos. Callejea bien en ciudad, tiene aplomo en autopista y no desentona nada en secundarias. Tanto la suspensión como la dirección tienen un tarado intermedio muy aprovechable y cualquiera de sus mecánicas podrá satisfacer al cliente. Probablemente la más equilibrada sea la EcoBoost MHEV de 125 CV, que es la que probamos y recurre al 1.0 EcoBoost de tres cilindros junto a una electrificación ligera de 48 V.
En definitiva, un coche redondo que encima recibe la etiqueta ECO de la DGT, algo útil para muchos usuarios. Podrán entrar a las grandes ciudades y seguir utilizando el Fiesta por muchos años. Además, no es mal momento para hacerse con este modelo que tiene ofertas que lo ponen en torno a los 20.000 euros.
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