Está claro que el Honda CR-V es un SUV híbrido de lo más convencional. Lo cierto es que tiene detalles muy aprovechables y cuando lo probamos nos gustó por su comodidad durante la marcha, pero nunca diríamos que tuviera connotaciones deportivas. Aunque nunca nos imaginaríamos que fuera a llegar un prototipo del corte del Honda CR-V Hybrid Racer. Se trata de un ejemplar que adelanta la llegada de los sistemas de propulsión híbridos a la próxima temporada 2024 de la Indycar.
No va a ser el coche con el que la marca japonesa esté presente en dicha competición, pero lleva su motor y les sirve como un auténtico laboratorio de pruebas. Ha sido hecho por el equipo de Honda Performance Development (HPD) en California y estará de gira en los próximos meses en algunos de los GP de Indycar más importantes de Estados Unidos. También se dejará ver por otros eventos a lo largo de 2023, pero es difícil que podamos verlo por Europa, así que os vamos a desgranar sus detalles.
El CR-V Hybrid Racer lleva el mismo sistema de propulsión híbrido que se utilizará en la competición a partir del año que viene. Consiste en un motor V6 biturbo de 2.2 litros que va acompañado por un bloque eléctrico Empel, un supercondensador para almacenar energía y una unidad de control de McLaren. Destacar que se mueve haciendo uso de un combustible de Shell y que cuenta con una transmisión Xtrac de seis velocidades. Aunque este ejemplar se han hecho muchas otras modificaciones, como se puede apreciar a simple vista.
La carrocería es totalmente nueva y está llena de radicales modificaciones. Es cierto que se mantienen cosas del CR-V de serie como el parabrisas, las ventanillas o el techo; pero hasta ahí los parecidos. Se suman un buen número de paneles para que el vehículo gane anchura y todo tipo de elementos aerodinámicos de fibra de carbono como es el caso del splitter delantero, el alerón trasero o el difusor. Incluso las puertas han sido modificadas para que tengan una apertura tipo mariposa.
Otras modificaciones que se pueden ver en este Honda CR-V Hybrid Racer son las llantas de 20 pulgadas, que van calzadas por neumáticos de competición Firestone Firehawk Indy 500. En su interior se pueden ver unos frenos Brembo de 380 mm que provienen del Honda NSX GT3. De ese ejemplar de competición también se toma la suspensión delantera, mientras que la trasera es adaptada directamente del Dallara IR-18 Indy car.
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