El lanzamiento del nuevo Hyundai Kona no ha dejado a nadie indiferente y ha causado algo de revuelo por su diseño exterior. Hablamos de algunos de los cambios que introducía esta actualización, pero lo cierto es que habrá mucha diferencia entre versiones. El motivo es que también ha llegado un Hyundai Kona N Line, el acabado deportivo que quiere ofrecer un carácter más marcado y deportivo pero manteniendo las mismas opciones mecánicas.
Se trata de una estrategia que la marca coreana ha ido siguiendo con la mayoría de sus modelos. Dicho nivel de equipamiento deportivo (ya presente en modelos como el i30, el Tucson o el i10) en el Kona queda especialmente marcado y hace que se diferencie del resto de acabados. Se aprecia principalmente en el frontal, donde aparece una abertura triple en la parte baja del capó y cuenta con una parrilla con un entramado específico y con el logotipo de la marca en el centro (el resto lo tienen en el capó).
En el Kona también destacaba los plásticos que recubrían los bajos de la carrocería y las defensas plateadas en el frontal y la zaga. En el Kona N Line se eliminan estos plásticos y se emplean unos paragolpes más prominentes y entradas de aire más grandes para ganar empaque. Tampoco podían faltar unas llantas específicas de 18 pulgadas con corte de diamante. En la zaga lo que más destaca es el nuevo difusor aerodinámico que integra una salida de escape doble en el lado derecho.
El interior del Hyundai Kona N Line no se quedará atrás, pues también recibe un buen número de elementos específicos para ganar deportividad. Cuenta con un paquete de color exclusivo que hace que los asientos cuenten con una tapicería mixta de color negro con costuras rojas haciendo contraste. También se suman otros detalles como los pedales de metal o el logotipo N en la palanca de cambios. Por desgracia, no hay elementos que afecten al comportamiento del SUV pequeño.
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