Ya sabemos que mezclar el alcohol y la conducción no conlleva nada bueno, pero hay quienes aún no captan la idea. Por eso, los gobiernos y fabricantes de coches se están preparando para integrar un sistema que detecte a un conductor ebrio antes de arrancar, como unas cámaras que apunten directamente al conductor (y que ya están presentes en numerosos vehículos de nueva factura. Mientras tanto, unos investigadores nipones han creado un asiento que detecta a los conductores borrachos.
Se supone que los sistemas de monitoreo del conductor indican específicamente si la persona que hay detrás del volante está ebria o no presta la suficiente atención, y la mayoría de ellos utilizan un enfoque muy similar y relativamente preciso. Estos sistemas dependen de cámaras cuya función principal es vigilar la cara y los ojos del conductor en busca de posibles signos de somnolencia. Las implementaciones más avanzadas también emplean cámaras exteriores que, supuestamente, vigilan el balanceo del coche y activan una alarma si es “inapropiado”.
Pero varios investigadores del Instituto Nacional de Ciencia y Tecnología Industrial Avanzada de Japón (AIST) afirman que todos estos sistemas tienen grandes inconvenientes, sin importar si usan cámaras interiores o exteriores. Elementos como el barro o el mal tiempo, así como la oscuridad total, podrían hacerlos menos precisos, declaran. Por eso que su idea, teóricamente, permitiría una mayor precisión de detección. Los investigadores han creado un asiento para el coche con sensores que miden la temperatura corporal y con detección de presión.
Se supone, específicamente, que indican si un conductor está somnoliento o discapacitado. Los sensores están instalados en el respaldo o en la base, y su función es monitorear al conductor y recopilar información como la frecuencia cardíaca y respiración, así como vigilar su postura y emitir una advertencia si se inclina hacia cualquier lado. La intención es que esta idea se pueda utilizar en los vehículos de próxima generación para implementaciones aún más avanzadas que permitirían acciones automáticas basadas en ciertos desencadenantes preprogramados.
Por ejemplo, si un coche autónomo detecta un pasajero ebrio puede llamar automáticamente a los servicios de emergencia, mientras que los vehículos más inteligentes podrían decirle al conductor que se detenga en caso de intoxicación. Los investigadores han diseñado sensores piezoeléctricos especiales que pueden funcionar a altas temperaturas y, por lo tanto, cumplen los requisitos para su uso en la automoción. Para hacer esto, crearon un diseño especial para proteger el sistema y permitir, con seguridad, alcanzar temperaturas de hasta 121 °C.
“Los investigadores prepararon películas a base de óxido de zinc (ZnO) directamente sobre una superficie de poliimida y luego imprimieron una pasta de plata sobre ambos lados para lograr una lámina piezoeléctrica. Estos conectaron un cable coaxial para detectar cambios en la carga eléctrica con presión y luego doblaron la hoja por la mitad alrededor del cable”, manifiesta la entrada publicada en ACS Applied Electronic Materials. Si te llama la atención, aquí te dejamos el documento completo que detalla cómo son los sensores de las láminas piezoeléctricas.
Fuente: ACS Applied Electronic Materials