El concept-car que deslumbró a propios y extraños durante la pasada edición del Salón del Automóvil de París, y del que ya os ofrecimos la más completa información, verá finalmente la luz. Jaguar ha decidido producir una serie muy limitada, de solamente 250 unidades, para los más afortunados, que estén dispuestos a desembolsar una cifra que variará entre los 790.000 y un millón de euros, en función del mercado donde se venda.
Este fantástico supercoche, diseñado con motivo de la celebración del 75 aniversario de la marca (de ahí su nombre), será uno de los más rápidos del mercado, a la vez que uno de los más respetuosos con el medio ambiente.
Para poder llevarlo a buen término los responsables de la marca propiedad de la hindú Tata, han decidido unir sus fuerzas con Williams, y de esta manera obtener lo mejor de la ingeniería y capacidad tecnológica de la escudería británica de Fórmula 1, gracias a las más avanzadas técnicas en aerodinámica, construcción en fibra de carbono, o en tecnologías híbridas (por ejemplo, el sistema de regeneración de energía cinética KERS), con el fin de lograr un superdeportivo lo más ligero, veloz y ecológico posible.
Aunque este modelo será un compendio de tecnología, nos hemos llevado una “pequeña decepción” en lo referente al sistema de propulsión. Si bien seguirá tratándose de un vehículo híbrido, uno de los puntos diferenciadores en cuanto a la motorización no estará presente, al menos de momento. Nos referimos, evidentemente, a las dos micro-turbinas de gas, desarrolladas por la firma británica Bladon Jets, que debían de recargar los cuatro motores eléctricos ubicados en cada una de las ruedas.
Según la información facilitada, se empleará un motor más convencional, de combustión interna, y dos motores eléctricos (uno por cada eje, con lo que seguirá disfrutando de tracción integral), que le permitirán alcanzar una autonomía de hasta 50 kilómetros, circulando exclusivamente en modo eléctrico. De momento no se han dado a conocer más datos sobre este propulsor, pero recordemos que a partir del año 2013 en la Fórmula 1 estarán vigentes motores de cuatro cilindros turboalimentados de 1,6 litros de cilindrada, y que Williams ya debe estar desarrollando una motorización de dichas características con vistas a ese cambio de reglamentación.
Las prestaciones, no obstante, seguirán siendo “estratosféricas”, alcanzando los 100 km/h desde parado en menos de 3 segundos, o los 160 km/h en 6 segundos, con una velocidad máxima del orden de los 320 km/h. Todo ello con un nivel de emisiones de CO2 por debajo de los 99 g/km.
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