Al igual que “técnicamente correcto” puede no ser todo lo correcto que cabría esperar, “técnicamente posible” tampoco puede ser la opción más probable. Sí, es técnicamente posible montar bajo el vano del Jeep Wrangler y Gladiator (la versión pick-up de caja abierta) el motor MoparHellcat –o Hellcrate en este caso–, según ha confirmado el CEO de Jeep, Tim Kuniskis.
En declaraciones a la división australiana del medio Drive la semana pasada, Kuniskis continuó diciendo que el V8 sobrealimentado de 6.2 litros y 717 CV se “ajusta como un guante” en el tren delantero de los Jeep Wrangler y Gladiator. Dentro de Fiat Chrysler Automobiles se había estado barajando la posibilidad de lanzar una versión. Sin embargo, siempre hay un pero. Y es que sería demasiado peligroso si estos coches sufriesen un impacto frontal.
“Todo el mundo me hace siempre esa pregunta: encaja. Lo sabéis. Se ajusta como un guante”, dijo. “Pero el problema es que, si se ajusta como un guante, no hay espacio libre alrededor del motor y cubre todo el espacio exterior del vehículo, no hay hueco; no tienes nada que pueda usarse para absorber la energía en un choque”, explicó el jefe de la marca. “No es un problema ponerlo, aparte de las emisiones y el ahorro de combustible, excepto que nunca pasaría ninguna prueba de choque, y eso es un problema”, concluyó.
Hablando desde un punto vista íntegramente personal, cualquiera que esté dispuesto a hacerse con un Wrangler de más de 700 CV ya ha firmado su sentencia de muerte. Siempre hay clientes que asumen unas consecuencias a cambio de hacerse con una máquina tan extrema como esta. Pero el mercado norteamericano siempre se ha caracterizado por sus creaciones desmesuradas, y no serán pocos quienes compren su 4×4 Jeep y hagan el cambio de motor ellos mismos.
Por 20.000 dólares clavados, 17.730 euros al cambio, uno puede adquirir el monstruo de ocho cilindros en uve que ya equipan otros modelos como el Dodge Charger y Challenger Hellcat, o en el Grand Cherokee Trackhawk sin llegar a salir de la casa de las siete rejillas. Por el momento, la opción más potente disponible tanto en el Jeep Wrangler como el Gladiator es un V6 de 3.6 litros y peligrosamente cerca de los 300 CV.
A pesar de la reciente revelación del Jeep J6 en Easter Jeep Safari de este año (uno de los seis prototipos de Jeep presentados recientemente), Kuniskis también mencionó que nadie debería contener el aliento para una versión de dos puertas del Gladiator a corto plazo. Manifestó que la compañía mediría el interés, pero el volumen actual del mercado para las camionetas medianas de dos puertas simplemente no justificaría una producción solvente.