El año pasado fue el año de los superdeportivos con tecnologías híbridas. Los Ferrari LaFerrari, McLaren P1 y Porsche 918 Spider conformaron un triuvirato que parecía inalcanzable por prestaciones. No para Koenigsegg, esa fábrica de sueños sueca cuyos bólidos hacen subir la temperatura hasta niveles impropios del Círculo Polar. Su respuesta inmediata fue el Koenigsegg One:1, una auténtica barbaridad con 1.341 CV de potencia. Pero sabían que podían ir más allá y, además, con un producto menos extremo y radical. Hablamos del Koenigsegg Regera.
El Koenigsegg Regera tiene una mecánica híbrida soprendente, que rinde más de 1.500 CV de potencia y 2.000 Nm de par máximo., que se envían al eje trasero. Consta de cuatro propulsores y prescinde de una caja de cambios como tal. ¿Cómo? Tras los asientos se haya un motor V8 de 5.0 litros que entrega 1.115 CV, conectado por medio del cigüeñal al motor eléctrico que ofrece 218 CV adicionales. La potencia de ambos motores no pasa a las ruedas traseras por medio de una caja de cambios, sino por un embrague hidráculico y un único engranaje con una reducción 2,85 a 1. Este sistema, denominado Koenigsegg Direct Drive reduce, según la marca, hasta un 50% las pérdidas por fricción si se compara con una transmisión automática.
Los otros dos motores eléctricos, que rinden otros 245 CV más, van ubicados en cada rueda trasera. Son capaces de mover el vehículo en modo eléctrico, además de cumplir con la función de Torque Vectoring para mejorar el comportamiento dinámico, variando la potencia que llega a cada una de las ruedas. El trío de motores eléctricos se alimentan mediante una batería de ión litio con 9,27 kWh de capacidad y un peso de 115 kilos. Se carga con al motor de combustión, pero también en un enchufe doméstico. Puede ofrecer una autonomía para recorrer 50 kilómetros en modo eléctrico.
El Koenigsegg Regera inicia la marcha con el motor eléctrico y a partir de 30 km/h entra en funcionamiento el motor de gasolina. En este momento el V8 gira a sólo 600 rpm y es el motor eléctrico el encargado de revolucionarlo.
Los ingenieros de Koenigsegg han logrado que el Regera sea bastante liviano, apenas 1.628 kilos de peso, una cifra excelente para un coche híbrido enchufable. Lo han conseguido a base de ahorrar peso eliminando la caja de cambios… y porque toda la carrocería está fabricada en fibra de carbono y kevlar… y hay numerosas piezas de titanio, como el sistema de escape firmado por el especialista Akrapovic.
Tanta potencia, y tan ligero… Sí, sus prestaciones son asombrosas. Es capaz de alcanzar 410 km/h de velocidad máxima y acelerar de 0 a 400 km/h en menos de 20 segundos. También apuntan desde Koenigsegg que puede pasar de 150 a 250 km/h en sólo 3,2 segundos. Son cifras dejan en evidencia a cualquiera de los grandes que mencionábamos al principio… Y ojo, que no debería salir volando, pues su alerón trasero móvil (de carbono)lo mantiene firme. Este y otros elementos aerodinámicos generan 450 kilos de fuerza descendente a 250 km/h.
Y, además, el Regera no es el típico deportivo radical espartano. Cuenta con apertura eléctrica de puertas (vertical y en ángulo de 90 grados) y tapas de maletero y capó (incluso puede hacerse desde el smartphone), un curioso sistema de iluminación diurna que imita el brillo de las estrellas y un sistema multimedia compatible con el sistema Apple CarPlay.
Fuente: Koenigsegg
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