Desde su lanzamiento en 2009, el KTM X-Bow siempre ha sido uno de los coches más especiales habidos y por haber. El biplaza austriaco originalmente no tenía techo, ni puertas, ni parabrisas; fue hecho pensando en el máximo disfrute del usuario. Eso se mantiene en la actualidad, aunque llega una nueva variante más completa y prestacional. Hablamos del KTM X-Bow GT-XR, inspirado fuertemente en los ejemplares de competición como el GTX, pero con la homologación necesaria para rodar por carretera abierta.
Ahora sí que cuenta con parabrisas y techo, de una forma bastante peculiar, eso sí. La solución es aglutinarlos en una cúpula que se abre hacia delante para dejar paso al habitáculo. Eso repercute en un diseño muy afilado y que ha sido concebido pensando en mejorar el rendimiento aerodinámico. De ahí que veamos elementos tan marcados como el splitter delantero o el enormealerón trasero que aumenta la carga en este eje. También hay que destacar unas llantas de 20 pulgadas delante y 21 pulgadas detrás.
Aunque probablemente lo mas llamativo en este KTM X-Bow GT-XR sea la mecánica que lleva en posición central. Se trata del 2.5 TFSI de Audi, el motor de cinco cilindros que montan algunos modelos de la gama RS y que tanto hemos alabado. En este caso, recibe un aumento de potencia para llegar hasta los 500 CV y 581 Nm de par que van directamente al eje trasero a través de un diferencial. Todo ello, mientras queda ligado a una transmisión automática de doble embrague y siete velocidades.
Esto hace que el X-Bow GT-XR sea realmente rápido, pudiendo acelerar de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos y consiguiendo una velocidad máxima de 280 km/h. Eso también se debe a que está montado sobre un chasis monocasco de carbono que le permite mantener un peso reducido. Se habla de 1.250 kg sobre la báscula, que serían 1.130 kg en vacío, así que está en lo que se podría esperar de este ejemplar. Además, tiene algunas peculiaridades que merece la pena mencionar.
Tiene un depósito de gasolina de 96 litros para que no haya que estar repostando cada pocos kilómetros, algo que prácticamente deriva del modelo de competición. Por otro lado, aparecen bondades como la dirección asistida progresiva o un sistema de elevación hidráulica para elevarlo 9 cm y que no de en badenes o accesos a parkings. Hay frenos cerámicos opcionales, un volante extraíble de fibra de carbono e incluso aire acondicionado.
La firma austríaca tiene previsto hacer apenas 100 unidades KTM X-Bow GT-XR cada año, así que su exclusividad será elevada. Más si tenemos en cuenta que su precio parte de 284.900 euros y que no está al alcance de la mayoría de bolsillos.
Galería de fotos: