Si nos lees a menudo sabrás que desde hace mucho criticamos las pruebas que se realizan para homologar consumos. Es lógico que se realicen pruebas idénticas a todos los vehículos, en circunstancias repoducibles, para medirlos a todos del mismo modo. Pero está claro también que esas pruebas se han desvirtuado y lo hacen cada vez más. Como ya te contamos, están llenas de lagunas que los fabricantes de automóviles aprovechan en su beneficio.
En tre als argucias de los fabricantes para mejorar los resultados de sus vehículos, recordamos que encontramos con el conocido apagado de todos los accesorios del automóvil, uso de lubricantes especiales de muy baja resistencia, desconexión del alternador, neumáticos especiales de baja fricción, manipulación de los ángulos de caída de las ruedas, sobreinflado de los neumáticos, sellado de zonas de la carrocería para minimizar pérdidas aerodinámicas…. En resmunen: que el coche que pasa el examen tiene muy poco que ver con el que te venden. El engaño llega a tal punto que los sistemas de gestión de motores modernos son capaces incluso de detectar cuando se está llevando a cabo una prueba… y modifican la gestión para obtener mejores resultados.
Ojo, que es perfectamente legal… pero en absoluto ético. Sobre todo cuando uno ve que los datos de contaminación de los coches nuevos en absoluto se corresponden con los resultados que cacarean una y otra vez las marcas, hinchando pecho. Pues no, ogan. Los consumidores ya sabemos que los coche no son tan limpios como pregonan y, por el bien del planeta (y de la propia industria, que muchos ya tienen en le disparadero), deberían procurar atajar el asunto.
Ahora nos llega un nuevo estudio que hace hincapié en este deasjusta, que es cada bvez mayor. La brecha entre el consumo de combustible en el mundo real y el que homologan los fabricantes de automóviles ha aumentado del 8% en 2001 a un 31% en 2013 en los automovilistas privados. Más terrible añun resultan las cifras que dan los consumos reales de los coches de empresa, que en promedio varían la friolera de 43%. Según A&T, que firman este estudio, el combustible quemado adicional, en comparación con los resultados oficiales de la prueba, cuesta un conductor medio 500 euros al año.
Los progresos, sobre el papel, de consumos y emisiones han ido acompañados por un rápido aumento de la brecha entre la prueba y las emisiones del mundo real, como puedes ver en el gráfico superior. Las mejoras reales se dieron hasta el año 2009, pero desde entonces se ha ralentizado el progreso en hacer coches más eficientes y limpios. El resultado neto es que se han reducido apenas 13,6 g/km de C02 por km desde 2008. Y ojo, que se trata de motores y tecnologías que, además son menos fiables, pues son más complejas. Se ha perdido un lustro en la reducción de consumos y emisoones. Esto es así.
Los fabricantes que más mienten
Si tu Mercedes-Benza nuevo consume un 40% más de combustible de lo que prometían los datos que habías visto en su ficha técnica, tranquilo. no es que seas un patán en esto de la conducción eficiente. Es más probable que se deba a que Daimler Mercedes encabeza, según este estudio, el ranking de la manipulación de las pruebas de consumo homologado.
Les siguen BMW y Ford, todos por encima de la media. Los que mejor aprados salen son Renault, PSA, Fiat y Toyota, algo bastante lógico pues son quines tienen sus gama de modelos más próximas a cumplir los objetivos anticontaminación de la UE.
Si tenemos en cuenta que solamente la mitad del ahorro en combustible que puiblicitan las marcas es real… puede también saberse cuáles son los mejores en la carretera. En este sentido, destacan Fiat y BMW, que superan en un 75% la reducción real respecto a la homologada. No llegan a un 30% General Motors y Damiler y Ford tendrían problemas. Renault, Toyota y PSA Peugeot Citroën ha conseguido una reducción real de más del 50% de lo publicitado.
Eso nos lleva a que solamente PSA ha logrado el objetivo de reducción de emisiones para 2015 es PSA (hoy en día las normas obligatorias de la UE sobre las emisiones de carbono requieren que los fabricantes de automóviles limiten su coche medio a un máximo de 130 gramos de CO2 por km en año 2015, y 95 g para el año 2021. Renault, Toyota y BMW se acercan mucho. En el vagón de cola, General Motors, Daimler, Grupo VAG y Ford. La Unión Europea establece multas de hasta 95 euros por cada gramo excedido, multiplicado por el número de unidades vendidas… Por eso nadie da la cara. Millones de euros y de puestos de trabajo están en peligro.
El estudio también critica abiertamente al downsizing. Como vemos en el gráfico superior, las mayores mentiras de dan en los motores más pequeños. Es algo que ya había denunciado también Consumer Reports, cuando comprobó que los motores pequeños no siempre consumen menos.
¿QUé debe hacerse? Lógicamente, modificar los test de homologación de consumos. Se está diseñando una nueva prueba más realista, la WLTP, para ser introducida en 2017, pero los países de la UE, presionados sin duda por los fabricantes de automóviles, podrían retrasar su implementación hasta al menos 2022.
Según los redactores del estudio, a menos que Europa apruebe la nueva prueba global en 2017, como estaba previsto, los fabricantes de automóviles continuarán engañando leyes destinadas a mejorar la eficiencia de combustible y reducción de emisiones. El costo será asumido por los conductores, que pagarán un adicional de 5.600 € adicionales en combustible durante la vida útil del coche, en comparación con la prueba oficial.
O más, ya que se calcula que la brecha crecerá a más del 50% para el año 2020. El costo adicional acumulado de combustible que se requerirán los automovilistas será de casi un billón de euros en 2030… dinero que fluye fuera de la UE, importador neto de petróleo. También supone 1,5 millones de toneladas adicionales de CO₂ adicionales, lo que aumenta el riesgo de cambio climático. Las autoridades estadounidenses identifican rápidamente a los fabricantes de automóviles que distorsionan pruebas… El control de los coches de producción por parte de la Agencia de Estados Unidos independiente de Protección Ambiental (EPA) han identificado las anomalías, a diferencia del sistema totalmente ineficaz en Europa. Es hora de cambiar.
Fuente: A&T (Transport & Environment)
Imagen destacada: IMDBMeet the parents(Los padres de ella)