No hace mucho tiempo que explicábamos qué es el turbo y cómo cuidarlo, ya que los fabricantes cada vez apuestan má spor estas mecánicas. La razón es que, con motores más pequeños, de menor cilindrada, pueden rendir tanta potencia y prestaciones como propulsores mayores. Es lo que se conoce como downsizing.
Pero parece que no en todos los casos es así. En muchos casos, según denuncia la prestigiosa publicación estadounidense Consumer Reports, las supuestas ventajas de los motores pequeños turboalimentados se esfuman. Después de sus pruebas, han comprobado que, en numerosos casos, estas nuevas mecánicas ofrecen menos velocidad y son menos eficientes.
Sabemos de sobra que los consumos reales no son los que anuncia el fabricante. Se debe a que los consumos homologados se miden en laboratorio, de manera estandarizada para poder hacer comparaciones y no reflejan ni las condiciones reales de tráfico ni los hábitos de conducción.
Hasta ahí todo normal. El problema estriba en que los antiguos motores se fabricaban y luego pasaban esos test… mientras que los nuevos nuevos, en muchas ocasiones, se diseñan pensando en obtener mejores notas en esas pruebas de homologación. Es cierto que consumen y contaminan poco… pero cuando se cumplen esas condiciones, no en condiciones de conducción normal. Es un caso similar al caso de los test de choque, en que los fabricantes diseñan los coches pensando en los accidentes estandarizados de las pruebas y no en cualquier tipo de choque. Cuando las pruebas cambian se descubre el «truco».
Yo mismo tengo un coche con uno de esos motores pequeños con turbo, concretamente un 1.4 TSi de 125 CV. Si se conduce de manera relajada, me acerco (e incluso soy capaz de bajar mucho) el consumo que anuncia el fabricante. Pero si conduzco de un modo más alegre, el consumo se dispara, y en una proporción mucho mayor que mi antiguo coche, que montaba un 2.0 de gasolina.
El motivo es que los turbocompresores bombean más aire a través del motor, lo que se traduce en un incremento de potencia. Los fabricantes de coches han concebido estos turbos para tener propulsores más pequeños sin sacrificar potencia. Pero el aire adicional, tal y como destaca Consumer Reports, requiere de una alimentación de combustible extra.
No es que los fabricantes intenten tomarnos el pelo. Están obligados a cumplir unas estrictas normas anticontaminación y de consumo de combustible en los próximos años.
Estas son los resultados de las pruebas de Consumer Report:
Marca | Motorización | Aceleración | Consumo | Consumo prueba CR |
---|---|---|---|---|
BMW X3 | 2.0L Turbo 4 | 7.3 | 9,8 | 10,2 |
BMW X3 | 3.0L Six | 7.2 | 11,2 | 10,7 |
Chevrolet Cruze | 1.4L Turbo 4 | 9.8 | 8,4 | 9,04 |
Chevrolet Cruze | 1.8L Four | 10.5 | 8,7 | 9,04 |
Dodge Dart | 1.4L Turbo 4 | 8.6 | 7,6 | 8,1 |
Dodge Dart | 2.0L Four | 11.0 | 8,7 | 8,7 |
Ford Escape | 1.6L Turbo 4 | 9.9 | 9,4 | 10,7 |
Ford Escape | 2.0L Turbo 4 | 8.2 | 9,8 | 10,7 |
Ford F-150 | 3.5 V6 Turbo | 7.7 | 13,8 | 15,6 |
Ford F-150 | 5.0L V8 | 7.8 | 14,7 | 15,6 |
Ford Fusion | 1.6L Turbo 4 | 8.9 | 8,4 | 25 |
Ford Fusion | 2.0L Turbo 4 | 7.4 | 9,04 | 10,7 |
Honda Accord | 2.4L Four | 7.7 | 7,8 | 7,8 |
Honda Accord | 3.5L V6 | 6.3 | 9,4 | 9,04 |
Honda CR-V | 2.4L Four | 9.2 | 9,4 | 10,2 |
Hyundai Sonata | 2.4L Four | 8.2 | 9 | 8,7 |
Hyundai Sonata | 2.0L Turbo 4 | 6.6 | 9,04 | 9,4 |
Kia Optima | 2.4L Four | 8.6 | 8,7 | 9,4 |
Kia Optima | 2.0L Turbo 4 | 6.6 | 9,04 | 9,8 |
Kia Sportage | 2.4L Four | 10.3 | 10,2 | 10,7 |
Kia Sportage | 2.0L Turbo 4 | 7.1 | 10,7 | 11,2 |
Nissan Altima | 2.4L Four | 8.2 | 8,7 | 7,6 |
Nissan Altima | 3.5L V6 | 6.3 | 10,2 | 9,8 |
Toyota Camry | 2.4L Four | 8.4 | 8,4 | 8,7 |
Toyota Camry | 3.5L V6 | 6.4 | 9,4 | 9,04 |
Toyota RAV4 | 2.5L Four (2012) | 10.0 | 9,8 | 10,2 |
Toyota RAV4 | 3.5L V6 (2012) | 6.7 | 10,7 | 10,7 |
El Ford Fusion (el futuro Ford Mondeo) con motor turbo Ecoboost de 1.6 litros (el Ecoboost 1.0 es el Motor Internacional 2012) no iguala las cifras de aceleración del Fusion equipado con el 4 cilindros de 2.5 litros. Y lo hace con un consumo similar. Sale mejor parado el Chevrolet Cruze 1.4 litros, ya que mejora la aceleración, pero no ofrece un mejor consumo. Hyundai Sonata Turbo y el Ford Escape 2.0 turbo (el nuevo Ford Kuga) tampoco muestran las ventajas anunciadas por el fabricante.
¿Significa esto una vuelta a motores de alto cubicaje y más cilindros? No lo creo. La eficacia de los pequeños motores turbo depende del tipo de conducción que se realice y el usuario debe conocer que sus consumos se dispararán si lo lleva a regímenes altos. El problema es que las gamas de motores tenderán al turbo (hay informes aseguran que el uso del turbo se incrementará un 80%), mientras que desaparecerán de la oferta de las marcas algunos propulsores sin tanta tecnología con los que ciertos usuarios podrían consumir menos. Otro punto importante son los coches en los que se monten esos motores, que pueden ir muy bien en utilitarios y compactos pero que se vuelven menos eficacesen carrocerías más grandes.
Fuente: Consumer Report