En los albores de la década de 1980, la FIA cambió las regulaciones en el Grupo B e impuso que los participantes debían participar con coches basados en modelos de serie… pero que podían ser fabricados en pequeñas series de apenas 200 unidades. Gracias a esta reglamentación se gestó el Lancia 037 (y su versión de calle el Lancia 037 Stradale, con motor de 200 CV), que muchos consideran el primer coche del Grupo B.
El Lancia 037 también era conocido como Abarth 037, ya que fue concebido entre algunos de los mejores especialistas de Italia en sus campos: Abarth (que ya formaba parte del Grupo Fiat), Pininfarina y Dallara. El proyecto 037, como lo denominaron los ingenieros, debía ser el heredero del Lancia Stratos, uno de los coches más emblemáticos de la historia y que ganó tres campeonatos del Mundial de Rallies, de 1974 a 1976.
Reverdecer los viejos laureles era complicado, ya que la llegada de los Audi Quattro con turbo habían revolucionado el mundo de los rallies. Pero Lancia no se amilanó. El desarrollo del 037 había comenzado tres años antes. Basado en el Lancia Beta Montecarlo (no se le parece demasiado), el 037 tenía una carrocería de Kevlar reforzada con paneles de fibra de vidrio y una distancia entre ejes de 2240 mm. También contaba con una sub-estructura de acero, que era visible cuando se abrían sus enormes paneles de acceso al capó y al maletero.
Pininfarina ofreció una buena dosis de detalles de diseño que hacían un guiño visual al pasado de Lancia, como su línea de techo con doble burbuja. Se seleccionó una estructura con motor central trasero, debido a su rigidez y peso ligero y se decidió utilizar el motor de 2.0 litros y cuatro cilindros sobrealimentado del Abarth 131.
Ese propulsor 2.0 litros alimentó a los primeros 037, pero luego se pasó a un 2.1 litros. El motor estaba sobrealimentado con turbocompresor para mejorar la respuesta del acelerador y en un principio rendía 255 CV. La introducción de la inyección de agua ayudó a aumentar esa cifra a 300 CV, mientras que la variante de 2.1 litros alcanzaba los 325 CV de potencia. Y todo eso en un coche de apenas 980 kilogramos.
El motor central enviba la potencia a las ruedas traseras a través de una caja de cambios manual de cinco velocidades de la empresa ZF suministra la parte trasera sólida de la 037. En total se fabricaron 28 unidades del Lancia 037 Evolution 1 y 207 del Lancia 037 Stradale (l versión de calle) para cumplir con las regulaciones de la FIA.
El 037 hizo su debut en competición en el Rally Costa Smeralda en Italia en 1982, pero no fue hasta la temporada siguiente cuando el Lancia 037 demostró que era un coche excepcionalmente rápido. Ganó cinco de las doce carreras en 1983. Su gran competidor, el Audi Quattro, fue mejorando a medida que avanzaba la temporada, en la que acabaron ganando también cinco carreras… pero el campeonato fue para el Lancia 037, con Walter Röhrl y Markku Alen al volante.
Fue el último coche tracción trasera que ganó el WRC, antes de que la tracción total se convirtiese en la tónica habitual de los rallies. La respuesta de la marca italiana a la nueva configuración 4×4 fue el Lancia Delta S4 y el mítico Lancia Delta HF 4WD, pero esa ya es otra historia.
Se vende Lancia 037
Si hemos recordado ahora al Lancia 037 es porque hay uno en venta. Se venderá al mejor postor en la subasta que RM Auctions celebra en París mañana 6 de febrero de 2014. Se trata de la unidad con chasis 210, registrada como A Y88743 que participó en el Campeonato del Mundo de Rallyes de 1983 y fue uno de los que ayudó a lograr el título de fabricante sobre Audi.
El equipo Martini Racing lo utilizó en varias carreras durante la temporada. En el Tour de Corse (Córcega), por ejemplo, pilotado por Jean-Claude Andruet (donde no pudo terminar), o en en el Rally Acrópolis (Grecia) donde acabó quinto con Bettega y Perissinot. Tras su impresionante resultado en Grecia, Pentti Airikkala y Juha Piironen terminarían también quintos en en el Rally 1000 Lagos. Por último, el chasis 210 fue utilizado como coche de pruebas en el Rally San Remo por la pareja Bettega-Perissinot.
Después de su periplo en competición, Fiat vendió el chasis 210 a un coleccionista francés. Participó en varias carreras más y, a principios del año 2.000, acabó en manos de su actual propietario en Italia. Está en excelentes condiciones, pintado en los míticos colores distintivos de Martini, y está listo para ser mostrado… o disfrutarlo conduciendo, apurando su motor de 255 CV.
Como todos los coches del Grupo B, despierta un enorme interés, ya que se vehículos de tal calibre se ponen a la venta en muy pocas ocasiones. Se trata uno de los mejores ejemplos de la historia italiana en los rallies, de ahí que se espera que alcance entre 350.000 y 400.000 euros.
Fuente: RM Auctions
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