Este año se cumplen 30 años del lanzamiento del mítico Lancia Thema 8.32. Allá por 1986, Lancia presentó una berlina con apariencia clásica, que bajo su capó, escondía un motor Ferrari heredado del Ferrari 308 GTB, uno de los motores más potentes y más grandes que jamás se habían situado de forma transversal. La denominación 8.32 provenía de las características de su motor, V8 y 32 válvulas.
Con el lanzamiento de la versión más radical del Thema, Lancia intentaba recuperar el prestigio perdido. El Thema 8.32 volvía a meter de lleno a Lancia en el mundo de los deportivos junto a su Delta Integrale, otra bestia de la que ya te hemos hablado. Y vamos que sí lo consiguió; el Thema 8.32 pasó a ser un coche muy deseado por media Europa.
El Lancia Thema 8.32 by Ferrari equipaba el motor V8 de 2.9 litros del 308 GTB. En este último desarrollaba una potencia de 240 CV, sin embargo Lancia redujo la potencia a 215 CV para que el coche fuera más controlable. Probablemente al leer esto digas: ¡Pero si no eran tantos caballos! Si tenemos en cuenta que el coche era tracción delantera y que no contaba con ningún tipo de ayuda electrónica… la cosa cambia.
Para adaptar el motor del Cavallino Rampante al 8.32 se tuvo que rediseñar el cigüeñal y la admisión. De esta manera se reducía el “nervio” del motor pero prácticamente era igual de rápido. La berlina de 1.400kg de peso, era capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y su velocidad punta era de 240 km/h. Por debajo de 4.000 rpm la mecánica respondía muy bien, pero una vez que se superaba esa barrera, el coche pedía más. ¡Una auténtica bestia!
Contó con este motor hasta 1989. A partir de entonces la normativa de contaminación hizo que Lancia acoplara un catalizador en el sistema de escape. Esto se traducía en una pérdida de 10 CV de potencia y en unas prestaciones ligeramente más discretas, de 0 a 100km/h en 7,2 segundos y 234km/h de velocidad punta.
Su exterior se diferenciaba del Thema 1984 convencional por la terminación deportiva de sus parachoques, por el alerón retráctil trasero que se desplegaba a partir de 160km/h pulsando un botón, la doble salida de escape, las llantas de 15 pulgadas inspiradas en las de Ferrari, los logotipos 8.32 y por la ausencia de protecciones laterales. Además la gama de colores incorporaba nuevos colores nunca antes vistos en la clásica berlina. También se nos olvidaba que el 8.32 se diferenciaba de sus hermanos pequeños por el fantástico sonido de su motor V8.
Las diferencias no se quedaban únicamente en el exterior. El interior estaba repleto de madera, los asientos estaban tapizados en cuero de la mejor calidad, cosidos a mano por Poltrona Frau. Además incorporaba relojes con manómetro y termómetro del aceite y otros de testigos exteriores y mecánicos. Lo único que compartía con el modelo convencional era el climatizador y la tapa del cenicero. Además su equipamiento era muy avanzado para la época, contaba con climatizador de dos zonas, asientos delanteros y traseros calefactables y suspensión adaptativa. Equipamiento que a día de hoy entra de serie en pocos coches.
Entre 1986 y 1992, se fabricaron 3.971 unidades, 2.370 de la Fase 1 y 1.601 de la Fase 2; de las cuales 64 iban pintadas en color rojo Ferrari. El resto se ofrecía en verde, gris, negro, azul o el rojo cereza. De estas 3.971 solamente 20 son unidades con carrocería Station Wagon, por lo que esta versión sí que es verdaderamente un coche excepcional.
La peor noticia que dio este coche llegó un 3 diciembre de 1989, cuando Fernando Martín, el primer jugador español en jugar en la NBA, perdió la vida en un aparatoso accidente a manos de su Lancia Thema 8.32. El exceso de velocidad fue la causa de uno de los accidentes más recordados en el mundo del deporte.
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