Hubo un tiempoen que Lancia, una marca que está hoy prácticamente en coma inducido, era dominadora absoluta del mundo de los rallyes. Después de Lancia Stratos y del Lancia 037, el último de los coches con tracción trasera en proclamarse campeón de marcas, llegaría la época dorada de la marca en esta competición con las distintas evoluciones del Lancia Delta.
Fueron nada menos que seis campeonatos consecutivos de constructores, de 1987 a 1992, los que ganó el Lancia Delta. Para celebrarlo, la firma fundada por Vincenzo Lancia en 19o6 e integrada en el Grupo Fiat desde 1969 lanzó el Lancia Delta HF Integrale Evoluzione Martini 6 al final de la temporada 1992.
Se trataba de un Delta HF Integrale Evoluzione con una serie de elementos diferenciadores meramente estéticos, como la icónica librea, con la rayas de los colores de Martini recorriendo el lateral del coche, así como la insignia de «Campeón del Mundo de Rallyes» en la puerta o el parachoques delantero, junto con el número 6, recordando el número de campeonatos. El Martini Racing en el alerón, bien visible, pone la puntilla.
En el interior del Lancia Delta HF Integrale Evoluzione Martini 6 se emplearon materiales más lujosos, con Alcantara en sus asientos Recaro, con logos de HF en el reposacabezas, o fibra de carbono. Esta edición especial se limitó a 310 unidades.
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En el apartado mecánico, estos Martini 6 eran idénticos a la primera generación Evoluzione Deltas, en particular la versión final del Integrale no catalizada (fue uno de los íltimos Delta Integrales sin catalizador). Bajo el capó de este compacto deportivo se escondía un motor 2.0 turbo de cuatro cilindros con 210 CV, asociado a un cambio manual de cinco relaciones y un sistema de tracción total.
Si ahora recordamos a esta exclusiva versión especial es porque dentro de unos días, el 3 de febrero, sale a subasta una unidad, concretamente la 184 de las 310 fabricadas. Dudamos que haya alguna en mejor estado de conservación, pues conserva incluso el kit de herramientas y la radio originales (por tener, mantiene hasta las pegatinas de entrega del concesionario en la ventanilla trasera).
¿Lo mejor? Apenas ha tenido uso en estos 24 años, pues su odómetro se paró tras recorrer 28.000 km… y siempre ha estado en manos de un único propietario del norte de Italia, que lo ha tenido en un estado de conservación exquisito, tanto de carrocería como de interiores. No es de extrañar entondes que RM Sotheby espere que alcance un precio de entre 120.000 y 150.000 euros.
Fuente: RM Sotheby´s
Galería de fotos (por Piotr Degler, cortesía de RM Sotheby’s):