Skoda Auto es uno de los fabricantes de automóviles más antiguos que jamás haya existido. Su historia se remonta a 1895, cuando empezó fabricando bicicletas. Tomando el apellido de sus fundadores, Václav Laurin y Václav Klement, el 18 de noviembre de 1899 la empresa amplió su gama de modelos para acoger a las motos, las cuales demostraron ser muy populares entre los clientes y pronto lograron sus primeros éxitos en el automovilismo. Pero había que dar el salto a las cuatro ruedas, y en 1905 llegó el primer coche, el Laurin & Klement Voiturette A.
Para crear capacidad de construir vehículos de motor, Laurin & Klement suspendió la producción de bicicletas y amplió significativamente su área de producción en 1905, cuando contrató a 355 personas para trabajar en 9.500 metros cuadrados utilizando 206 máquinas. El producto más importante que salió de aquella inversión fue el Voiturette A, nombre que hace referencia a un término francés que describe un coche compacto de bajo peso, y cuyo avance se anticipó en la 44ª edición de la revista vienesa “Allgemeine Automobil-Zeitung” el 29 de octubre de 1905.
La versión de producción de Laurint & Klement Voiturette A apareció finalmente en la portada del semanario bohemio “Sport a Hry”(“Deporte y Juegos”) el miércoles 27 de diciembre de ese año. El editor, Vilém Heinz, escribió una introducción detallada a la nueva máquina salida de Mladá Boleslav bajo el título de “The Democratic Automobile” (“El Automóvil Democrático”). El autor afirmó, entre otras cosas, que “el Voiturette A de Laurin & Klement no es una mera construcción superficial (…) En una palabra, su apariencia es bonita; las líneas son elegantes”.
También declaró que se trataba de “un coche perfecto con dos plazas (…) La velocidad se puede regular entre 5 y 45 km/h [la velocidad máxima permitida por el Reglamento de Automóviles de Austria]; los ejes están diseñados para soportar una inclinación del 20 %”. La conclusión de Vilém Heinz fue positiva: encontró este coche “práctico, cómodo y económico”. El 18 de enero de 1906, el Voiturette A recibió su aprobación oficial para su uso en la vía pública, y el 15 de abril, se presentó ante los visitantes del Salón Internacional del Automóvil de Praga.
El primer coche de la Skoda prenatal se ganó al público por su practicidad y su favorable relación precio-rendimiento. La versión básica costaba 3.600 coronas de entonces, cuando un trabajador de la fábrica ganaba, de media, dos coronas al día; y podía alcanzar una velocidad punta cercana a los 40 km/h. La gasolina, que se vendía por kilogramo en aquella época, era apenas un poco más cara que un litro de cerveza. A un precio de 66 hellers (0,66 coronas) el Voiturette A era “un merchero”, consumía alrededor de cuatro kilos de gasolina cada 100 kilómetros.
La base del Laurint & Klement Voiturette A se basaba en un chasis de escalera y dos ejes rígidos con ballestas. El motor, de dos cilindros en uve (V2) a 55 grados, estaba refrigerado por agua y se montaba en la parte delantera. Tenía una cilindrada de 1.005 cc y generaba una potencia de 7,1 CV. Un embrague cónico con forro de cuero transfería la energía a la caja de cambios de tres velocidades, mientras que un eje cardán impulsaba las ruedas traseras, como era típico, aunque también estaba disponible una transmisión por cadena si se hacía el pedido.
El coche, que pesaba alrededor de 500 kilogramos, se detenía mediante un pedal que mordía un tambor detrás de la caja de cambios a través de una palanca conectada al eje trasero. Y en vez de llantas y radios de madera de serie, los clientes podrían optar por ruedas de alambre y la disposición de los asientos tenía la posibilidad de ser en formato de dos butacas individuales o un banco doble con un maletero detrás. El “paquete de iluminación” y el techo también estaban en la lista de opciones de equipamiento, así como algunos colores especiales.
De 1905 a 1907, Laurin & Klement hizo al menos 44 copias de la Voiturette A, un coche que se convirtió en un trampolín para el desarrollo de la empresa. Entre 1906 y 1914, las ventas de sus coches aumentaron más de veinte veces. La oferta de modelos varió desde bicilíndricos hasta el tipo FF de ocho cilindros en línea, así como numerosos autobuses y vehículos comerciales junto con coches de carreras de gran éxito. La marca ya estaba activa en los mercados internacionales antes de la Primera Guerra Mundial, antecediendo las futuras bases del éxito.
Tras un período de desarrollo que duró más de cinco años, de inicio, todos los componentes fueron diseñados y producidos internamente, lo que habló muy bien de la calidad de fabricación en cada uno de los ejemplares comercializados. La firma checa afirma que cinco de ellos aún sobreviven hasta el día de hoy, uno de los cuales se encuentra en la exposición permanente del museo de la marca en Mladá Boleslav, donde también se encentran otros ilustres como el BSC que le sucedió, un 110 R, un Felicia Fun o el único Tudor Concept existente.
Fuente: Skoda
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