Lejos quedan ya los tiempos en que el Rey Juan Carlos se movía en este Mini. Corría el año 1969, pero desde que accedió a la jefatura del Estado no ha dejado de aumentar su garaje. Los dos últimos coches (conocidos) son los dos Ferrari (no los de la foto) que el jeque Mohamed bin Rashid al Maktoum le regaló poco después de que el monarca visitase los Emiratos Árabes Unidos, en noviembre de 2011, para asistir al penúltimo Gran Premio de Fórmula 1 de la pasada temporada.
La Casa del Rey escondió la noticia hasta que los medios se hicieron eco (la web República Constitucional y más tarde El Confidencial). También informaron del precio del fabuloso regalo: más de 500.000 euros. Fue entonces cuando La Zarzuela explicó que el obsequio pasó a formar parte de los bienes de Patrimonio Nacional».
Hace bien poco, de nuevo El Confidencial revelaba que Patrimonio Nacional, (adscrito al Ministerio de la Presidencia que dirige Soraya Sáenz de Santamaría), no se había hecho cargo de la custodia de los dos Ferrari. De hecho, Patrimonio Nacional ni siquiera había sido informado de que Don Juan Carlos había sido obsequiado con esos coches de lujo. O sea: que la Casa del Rey no había dicho la verdad. O al menos toda la verdad.
Fue entonces cuando Cayo Lara, portavoz de IU, preguntó al Gobierno qué destino le iba a dar a ese par de Ferrari. Y ayer el Boletín Oficial de Las Cortes publicó la respuesta a la pregunta escrita de Lara: «El Consejo de Administración de Patrimonio Nacional aprobó en su reunión del pasado 19 de junio la integración de los dos automóviles como bien de Patrimonio Nacional«. Y aclara que ambos vehículos fueron un obsequio del príncipe heredero de Abu Dhabi no sólo al Rey, sino también a su hijo, Felipe de Borbón.
¿Es eso mejor o peor? Ahora el mantenimiento y custodia de los Ferrari correrán por cuenta de los contribuyentes… mientras que solamente el Rey, o cualquier otro miembro de la familia Real podrán usarlos. Jurídicamente no son de su propiedad… pero solo ellos pueden disfrutarlos. Exactamente igual que los otros 70 coches del monarca (después de que en 2008 vendiese a un empresario un Maserati Quattroporte que (también) le había regalado un jeque árabe.
Vía: El Confidencial