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L conductor novel – 1
Luis Blázquez

Nueve de cada diez profesores de autoescuela dicen que los jóvenes adquieren malos hábitos de los padres

´Dicen que una gran parte de la educación es lo que sucede antes de que los niños partan hacia su primer día de clases. Lo mismo parece cierto para el hecho de conducir, como han descubierto los instructores de conducción británicos de Young Driver. Porque los jóvenes que confían en lo que sus padres hacen o dicen para conducir “bien” han sido adquiridos como malos hábitos en el camino.

La escuela británica detrás de esta encuesta encontró que el peor mal hábito adquirido por parte de los padres es olvidarse de seguir el debido curso de la serie de acciones requeridas para una maniobra. Eso implica mirar por los espejos retrovisores y señalizar antes de realizar la maniobra deseada. La segunda peor cosa en la lista es conducir con una sola mano o cruzar las manos en el volante mientras se acomete un giro. Circulando a baja velocidad y con confianza es fácil creer que no hay problema alguno, pero una buena postura al volante es clave.

Otro mal hábito “popular” es no observar lo que sucede alrededor y ni prestar atención al coche que conducen. Lo mismo ocurre con los actos realizados por inercia, mientras que el exceso de velocidad se ha quedado en quinta plaza. Los profesores de conducción también se encontraron con que muchos de estos jóvenes conductores pilotan apoyando el pie en el pedal de embrague, manejan de manera impaciente o un tanto agresiva, no tienen el suficiente cuidado a la hora de salir de un cruce o todavía confían en estilos de conducción ya anticuados.

De acuerdo con la encuesta, algunos de los conductores primerizos todavía creen en los mitos de la conducción, como el de que el uso excesivo de los intermitentes puede estar mal visto por la comunidad vial, como le dijeron a Young Driver los profesores de autoescuela británicos. Otros malos hábitos de conducción incluyen (pero no se limitan a) gastar en exceso los neumáticos al ir pisando el pedal del acelerador con ímpetu, no verificar los puntos ciegos, y, nuestro favorito, “conducir sin tener en cuenta o comprender bien del código de circulación”.

Es obvio que los más jóvenes adquieren malos hábitos de sus padres, y lo mismo ocurre con la conducción, incluso si los progenitores no salen e intentan enseñar a sus hijos a conducir como Dios manda. El simple hecho de presenciar una mala conducta al circular, tiene el potencial de influir en la forma en que un conductor joven se comportará en la carretera. Y así es como luego en nuestras carreteras salen energúmenos que no solo se ponen en peligro a sí mismos, sino a los que lo acompañan alrededor sin tener nada que ver en sus malos hábitos.

Por tanto, si tenías alguna duda acerca de conducir de manera diferente cuando tus hijos están a bordo, los resultados de la encuesta citada deberían hacer que, tanto tú como todos los demás en tu vehículo, se abrochen el cinturón antes de ponerse en marcha. Y, bueno puestos a pedir, ¿podríamos sugerir también comportarse respetuosamente con otros usuarios de la vía? O lo que es lo mismo, ni criticar a cualquier otro conductor solo para desahogarse. Al menos, si hay que hacerlo, que sea por un motivo y que sirva de ilustración hacia los jóvenes.

Casi el 70 % de los profesores que fueron interrogados para la encuesta opinaron que los padres solo deberían enseñar a sus hijos a conducir junto con la ayuda de un profesional; no vale eso de ir al polígono más cercano a tomar clases prácticas de dudosa legalidad. Hay que apoyar a los jóvenes a que tomen conciencia de una seguridad vial adecuada. A continuación, resumimos los 10 peores hábitos adquiridos por los conductores aprendices de sus padres:

  1. No seguir la técnica de “mirar el espejo retrovisor, señalizar y hacer la maniobra” como rutina.
  2. Conducir con la palma de una mano o cruzarlas.
  3. No observar lo que sucede en el entorno de alrededor.
  4. Circular “a vela”, es decir, en punto muerto o con el embrague pisado.
  5. Exceso de velocidad.
  6. Bajando a través de marchas individuales en lugar de cambiar de bloque.
  7. No mirar con atención al salir de un cruce.
  8. Mantener el pie sobre el embrague.
  9. Impaciencia/agresividad.
  10. Creer mitos o estilos de conducción anticuados, tales como adoptar una posición adecuada de manejo (con las manos en a las 09:15 o 10: 10 h), el hecho de que no sea necesario detenerse en todos los cruces y rotondas, o que el uso excesivo de los intermitentes puede estar mal visto.

Como decíamos, otros malos hábitos de los jóvenes mencionados por los instructores incluyen comer y beber en el automóvil y conducir a la vez, ser demasiado insistente con el pedal del acelerador, no revisar los puntos ciegos, acercarse demasiado al vehículo de adelante y no tener en cuenta ni comprender el código de circulación vial. Recuerda, un coche es tanto una herramienta, como una máquina de disfrute y un arma. Todo depende de cómo se utilice.

Fuente: Young Driver

  • carné de conducir
  • conducción
  • estudio
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