El Maserati 5000 GT es uno de esos rara avis en la historia de la compañía italiana. De hecho, se trataba de la respuesta directa al Ferrari 400 Superamerica. Pero, mientras su vecino de Maranello fabricó la “extensa” cantidad de 47 ejemplares, la firma del tridente solo dio vida a 34 unidades. Eso significa que, aún no siendo tan conocido como el Mistral o el Sebring, el 5000 GT se ha convertido en un objeto de coleccionista.
Tres de las carrocerías fueron creadas por Carrozzeria Touring con sede en Milán, habiendo otros ilustres diseñadores implicados como Bertone, Pininfarina, Monterosa, Ghia, Allemano, Vignale y Frua. Este se exhibió por primera vez en el Salón del Automóvil de Ginebra en 1960, y la unidad que ves en pantalla será la primera que jamás haya pasado por un martillo. Podríamos decir sin miedo a equivocarnos que el 5000 GT era la expresión más clara del significado “Gran Turismo” para Maserati.
Sin embargo, la especial historia de este bello coupé no se detiene allí. Debajo del capó del 5000 GT hay un V8 de 5.0 litros, el primero ofrecido en un turismo de carretera por Maserati. Se basó en gran medida en la unidad de 4.5 litros empleada en el coche de carreras 450S de la compañía, y también fue el primer propulsor V8 con inyección de combustible en Europa (solo Chevrolet lo había hecho comercialmente antes), así como el coche más rápido y caro del mundo de 1959 a 1964.
Ese mismo corazón mecánico, eventualmente, se convertiría también en el que motorizaría al Quattroporte, Ghibli, Bora y cualquier otra de las joyas en su mayoría olvidadas de la casa, como el Mexico, el Indy, el Khamsin y el Kyalami. Como tal, el bloque desarrollaba entre 325 y 340 CV, unos números bastante sano para desplazar los 1.650 kilos de masa hasta una velocidad punta de 260 o 270 km/h (dependiendo de las especificaciones exactas); el Superamerica 400 tan solo llegaba a 365 km/h.
Es importante recordar que las carrocerías hechas a mano como el 5000 GT son idiosincrásicas, como uno podría imaginar para los automóviles martillados sobre chapa de aluminio y envueltos alrededor de un chasis de carreras y un tren motriz. Los clientes atraídos por estos Gran Turismo personalizados fueron la élite más rica del mundo, incluidos los capitanes de la industria y figuras reales como Gianni Agnelli (heredero legítimo del legado de Fiat), el antes mencionado Shah de Irán o Aga Khan.
El Maserati 5000 GT de Carrozzeria Touring se distingue por un diseño de parrilla inusual que rinde homenaje a los victoriosos 250F Grand Prix de la marca. Extrañamente retro hoy en día, el extraño tubo central habría sido considerado un florecimiento de diseño de vanguardia en ese momento, tan evocador de la era espacial como un molde de gelatina. El chasis n° AM103.010 que traemos aquí se modificó y mostró en noviembre en el Salón del Automóvil de Torino tras la cita suiza.
Luego, fue retenido por la compañía hasta 1961, tiempo durante el cual se usó como banco de pruebas para un motor experimental V8 de 3.8 litros. Finalmente, se vendió a un miembro de la familia Orsi (propietarios de Maserati en ese entonces) y se equipó con el motor V8 de 5.0 litros con inyección de combustible más grande. En 1965, volvió a ser devuelto a Maserati. Más tarde, se vendió a un príncipe saudí antes de ser propiedad de otros entusiastas en Estados Unidos y Europa.
Repintado en el tono adecuado –Azzurro Vincennes– junto con un tapizado en cuero negro, se presenta en estado parcialmente restaurado, brindando a su nuevo propietario la oportunidad de completar su restauración y entrar en el circuito de concurso. Los lotes que cruzan la cuadra de la casa de subastas Gooding & Company comenzarán a cerrar el viernes 28 de enero en la ciudad de Scottsdale (Arizona, EE. UU.). El precio de venta estimado oscila entre los 600.000 y 800.000 euros.
Según David Brynan, especialista sénior de Gooding & Company, “el Maserati 5000 GT es uno de los vehículos más extraordinarios de su generación, verdaderamente un coche de reyes”. Y en cuanto a la exclusividad del modelo, agrega que “solo se construyeron 34, y de ellos, solo tres fueron carrozados por Carrozzeria Touring, incluido el primer ejemplar para el Sha de Irán”. Con tan pocos gestados, y por ocho carroceros, incluso los más abundantes –22 son de Allemano– son extremadamente raros.
Fuente: Gooding & Company
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